Una patente grosera

Una patente grosera

El caos y las agresiones protagonizados este lunes en la Autopista Duarte por afiliados de la Confederación Nacional de Transporte (CONATRA) son de las actitudes que debemos desterrar de nuestra sociedad.

Esa conducta irracional es el producto de las patentes que han otorgado indistintamente los gobiernos para mantenerse en la gracia política de grupos de presión que, siendo realmente empresas que deberían acogerse a las reglas fiscales, se ocultan en la clasificación de sindicatos.

El resultado de esas patentes ha creado monopolios en áreas del transporte público y otros servicios, y hay sindicatos y seudosindicatos que se creen dueños, amos y señores de rutas y paradas, con derecho a impedir, de manera violenta inclusive, que otros sindicatos o empresas exploten las mismas rutas.

En la Autopista Duarte se puso en ejercicio el «derecho» al monopolio otorgado por medio de una franquicia de exclusividad que desdice de la equidad que debe propiciar y administrar todo Gobierno. En momentos en que el mundo apuesta a la competencia y la apertura, estas concesiones, estas patentes groseras, son una negación de la realidad, un contrasentido injustificable.

-II-

Si es preocupante que haya empresas o seudosindicatos que se sienten con el derecho de monopolizar rutas del transporte público, más preocupante es la patente de impunidad conque logran sus objetivos.

Los transportistas de CONATRA no sólo impidieron violentamente que otro seudosindicato o empresa explotara rutas comunes, sino que, además, atentaron contra el derecho de los pasajeros a transportarse en los medios de su preferencia.

Preocupa que estas agresiones pudieran tener lugar y que ninguna autoridad interviniera, con la ley en la mano, para castigar a cada uno de los participantes en estos atropellos.

Agredir conductores y pasajeros, dañar vehículos y obstaculizar el tránsito son delitos con sanciones previstas en nuestras leyes, a menos que la grosera patente de exclusividad en la explotación de rutas del transporte otorgue, también, derecho a la impunidad absoluta.

No tenemos cuenta de que se haya ordenado persecución contra quienes protagonizaron estas agresiones, y eso es muy peligroso.

-III

En aras de un equilibrio libre de influencias politiqueras, el Gobierno debe retomar el control de las rutas de transporte y quebrar todo lo que huela a monopolio, de manera que todo sindicato o empresa legal y debidamente formalizado pueda actuar libre de amenazas o agresiones.

Bajo ningún pretexto se puede permitir que un seudosindicato o empresa se sienta en el derecho de excluir a otros de las operaciones en determinadas zonas.

Lo ocurrido el lunes en la Autopista Duarte es la expresión violenta de una situación que predomina en muchos lugares del país, en muchos puntos de las principales ciudades, donde hay grupos que han hecho de su propiedad exclusiva la explotación del transporte y el uso de las paradas.

Es hora de quebrar los privilegios que se confieren a través de esta patente grosera.

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