El asueto por la Semana Santa es una brecha en el trajinar cotidiano que deberíamos aprovechar para reflexionar sobre nuestro presente y programar nuestros mejores pasos para marchar hacia el porvenir. El Presidente Danilo Medina, como estadista y líder político que administra el Estado, ha llamado a los dominicanos a aprovechar la ocasión para resguardarse en el seno del hogar y compartir el gozo de la unión familiar. Creemos que todos los líderes políticos experimentan un sentir parecido y harían un gran servicio a la nación si transmitieran ese sentir a sus seguidores en esta campaña electoral que debe hacer una pausa.
Hay quienes entienden que el gozo de este receso se logra con el escape hacia campos, playas y balnearios para una diversión en la que muchas veces se manifiesta violentamente la incompatibilidad entre velocidad y consumo de bebidas alcohólicas. Aún en las circunstancias del desplazamiento hacia sitios de diversión, es sensato poner delante la precaución, el respeto por la vida, la moderación en el gozo y el dominio de nuestros controles en cada acto que protagonicemos. La diversión con desenfreno suele tener consecuencias dramáticas. Lo sufrimos en cada Semana Santa. Reflexionemos sobre nuestros actos y la manera en que la imprudencia nos convierte en vulnerables ante ellos. Que la reflexión sobre el valor de la vida guíe nuestra diversión.

A  perseguir las malas prácticas

La persecución de los establecimientos comerciales que venden productos sin registro sanitario debe ser una tarea permanente de los organismos que tienen por función la protección de los consumidores y usuarios. En ese contexto, se debe poner atención a una entidad que a nombre de los consumidores expuso una denuncia sobre la presunta venta de productos sin registro sanitario. Como en todo país organizado, aquí debe existir la garantía de inocuidad y calidad.
Es necesario que, mediante inspecciones periódicas, haya una vigilancia constante sobre los productos de consumo que ofrecen los comercios y las circunstancias en que son comercializados al público. Hay que impedir por las vías legales que mercancías fuera de los controles de ley puedan ser ofrecidas al público.