Una película iraní sobre Mahoma busca cambiar la «imagen violenta» del islam

Una película iraní sobre Mahoma busca cambiar la «imagen violenta» del islam

El rodaje se llevó a cabo en una ciudad de La Meca reconstruida en el sur de Teherán.

TEHERÁN. Majid Majidi, uno de los cineastas más destacados de Irán, relata en su última superproducción, «Mahoma», la infancia del profeta para terminar con la «imagen violenta» del islam, dijo en entrevista con la AFP antes de la salida el miércoles de la cinta en su país.

Con un presupuesto de 34 millones de euros (40 millones de dólares), financiados en parte por la República Islámica, este filme es el más caro de la historia del cine iraní.

El rodaje se llevó a cabo en una ciudad de La Meca reconstruida en el sur de Teherán.

Además de proyectarse en 143 salas de Irán, la película se exhibirá el jueves en la apertura del festival de cine de Montreal.

El director espera que los distribuidores europeos también se interesen por ella. Para este experimentado actor de 56 años, que ya dirigió una decena de películas, algunas galardonadas en el extranjero («Baran», «Niños del cielo»), la elección del tema estaba clara.

«En los últimos años, una lectura errónea del islam en el mundo occidental ha originado una imagen violenta de este que no tiene ninguna relación con su verdadera naturaleza», aseguró.

En su opinión, esta «lectura errónea» se debe a «grupos terroristas» como «el Estado Islámico, que no tienen vínculos con el islam, de cuyo nombre se apropiaron», y que quieren dar «una imagen aterradora en el mundo» de esta religión.

«Como artista musulmán (…) mi objetivo era crear una visión (del islam) que cambie la que tiene Occidente», que se resume a menudo en un «terrorismo islámico vinculado a la violencia», afirmó el cineasta.

Sin embargo, «el islam es diálogo, bondad y paz», aseguró. Majid intenta ser optimista respecto a la polémica y la posible violencia a la que podría dar lugar su largometraje en el mundo musulmán, en el que la representación del profeta Mahoma está prohibida.

«Países como Arabia Saudita tendrán problemas con esta película, pero muchos otros países musulmanes la reclamaban», aseguró.

A principios de año, el gran imán de la universidad Al Azar de El Cairo, Ahmed al Tayeb, una de las más altas autoridades del islam sunita, reafirmó su oposición a la representación del profeta y afirmó que eso supone «rebajar su estatus espiritual».

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