El cadáver de una persona que haya muerto afectado por la difteria no representa peligro de contaminación para los especialistas que lo hayan manejado en el proceso de la autopsia, porque ésta se realiza siguiendo el protocolo de bioseguridad que se pone en práctica en todos los casos infecciosos.
Así lo explicó el reputado patólogo forense Sergio Sarita Valdez al ser preguntado en un programa radial sobre la posibilidad de contagio de un cadáver que se lleva a sepultar, y el manejo profesional que deberían tener estos casos.
“Estos cadáveres, realmente, para quienes pudieran ofrecer peligro era cuando eran vivos”, explicó Sarita Valdez, quien dijo que la contaminación se pudiera dar para aquellas personas que, en la aplicación de terapias respiratorias, tuvieron contacto con las bacterias alojadas en la garganta del niño que murió de esa enfermedad en el país.
Sostuvo, además, que en el caso de cadáveres infecciosos que vayan a ser enterrados en algún cementerio, lo que se recomienda es evitar que los familiares lo besen o manifiesten algún tipo de caricia haciendo contacto con el cuerpo.
“Pero para fines de inhumación, eso no representa ningún peligro, porque el cadáver está dentro de un ataúd y se va a depositar, ya sea en tierra o en nicho, y ya no vuelve a estar en contacto directo con las personas, y esos gérmenes no salen de la tierra”, insistió.
En ese sentido, el especialista dejó claro que no existe otra justificación que la ignorancia y la falta de conocimiento de las personas que se oponen a que un cadáver con esa característica sea enterrado en un cementerio.
“Es más, los casos de ébola se llevan a los cementerios y la ébola es una enfermedad contagiosa; pero la madre tierra lo recibe a todos, y los gérmenes no sales de ahí”, insistió.
¿Una epidemia? Sobre la posibilidad de que se produzca en el país una epidemia de difteria procedente de Haití, Sarita Valdez dijo que República Dominicana tiene una frontera porosa, “y lo que ocurre en Haití debe ser considerado como que se producirá también en este país”.
“Eso quiere decir que, cuando usted tiene una enfermedad en Haití, diga está en dominicana también, porque no tenemos realmente un aislamiento y una separación. Las cosas llegan allí, y tan rápido como ocurran, están acá. De modo que si hay epidemia, ya no hay que de decir: cuando la barba de tu vecino…., no, si tu vecino lo está experimentando, prepárate porque está aquí también”.
Autoridades detrás. El también ex director del Instituto Nacional de Patología Forense dijo que en estos casos y en otros, las autoridades están reaccionando con retraso para dar las informaciones correspondientes a la población dominicana, debido sobre todo al avance que ha registrado los medios de difusión de información.
Consideró que los usuarios de las redes sociales en esta era están por delante de las autoridades que trazan las políticas públicas, y que por el contrario, lo ideal sería que estén delante de los procesos y sean quienes les informen a la población. “Debe de llegar el momento de que las autoridades estén adelantadas”.