San José de las Matas, Santiago.-Cerca de 12,000 tareas de bosque de pino del proyecto Celestina del Plan Sierra han sido afectados por la plaga de gorgojos (Ips calligraphus) que implica perdida por 19 millones de pesos. En este proyecto hay 60,000 tareas de bosques por lo cual la plaga ha afectado un 20 por ciento de las plantaciones.

Otras comunidades con amplios daños son Restauración, Monción, en Santiago Rodríguez; Jarabacoa La Vega y Juncalito, también en Santiago. Además se han extendido en menor medida a la sierra de Baoruco y a Constanza.

La pérdida de producción equivale a unos 6,000 metros cúbicos de madera, según Juan Azcona, técnico del Plan Sierra.

La situación se agravó a partir de la sequía que afectó al país el pasado año, ya que el insecto se reproduce mayormente en temperaturas cálidas.

Para las autoridades del Ministerio de Medio Ambiente la situación es preocupante por lo cual diseñaron un protocolo para el el control del insecto y han puesto a disposición de los productores técnicos locales y un extranjero.

El Ips calligraphus también se conoce como “barrenador de la corteza” que ataca básicamente a los pinos. Se trata de un insecto muy invasivo que en su primera fase cuando penetra al árbol puede pasar por inadvertido y al segundo paso cuando se reproduce dentro de este, absorbiendo la savia o floema, que es el nutriente de la planta, hasta secarla. Ataca a jóvenes y adultos.

Cuando el daño se detecta inicialmente la madera se puede sanear, pero cuando muere nada puede hacerse. “Este descortezador o gorgojo del pino atrofia su tejido conductor o savia, limitando su crecimiento y desarrollo, lo que provoca su desaparición”, expresó Manuel Serrano, viceministro de Recursos Forestales durante un recorrido con periodistas para dar a conocer la situación.

El ministerio inició una campaña para llamar la atención sobre la gravedad de la situación para el bosque como ecosistema y para sus propietarios.

Serrano llamó a los productores a tomar acciones para sanear sus pinos y que la plaga no siga su reproducción. Además pidió compresión a la sociedad para cuando se estén retirando los pinos dañados sepan que es parte del saneamiento.

Lluvias. Paúl Civielong es el técnico alemán contratado hace poco para acompañar en el proceso de erradicación de la plaga. Civielong aconsejó la declaratoria de alerta fitosanitaria debido a los niveles de propagación.

Al respecto, Serrano informó que no se adoptará esa sugerencia debido a que ha iniciado el período de lluvia, que es un controlador natural de la plaga y esto puede ayudar a que no siga expandiéndose.

Civielong destacó que uno de los problemas del insecto es que no está concentrado en un punto específico, en el caso del Plan Sierra, sino que está diseminado en todo el proyecto de reforestación.

Control. Eli Martínez, encargado de investigación forestal del ministerio, detalló que entre las acciones de control se están colocando trampas con feromonas para recoger el insecto en recipientes y reducir su invasión al árbol, también se colocan insecticida de contacto para su eliminación. Aunque este último método se realiza con cuidado para evitar otros daños.

Entre las medidas de prevención, se recomienda mantener los bosques de pino sano con entresacas periódicas; establecer una mezcla de plantas de varias edades; no durar más de dos semanas para sacar los árboles cortados durante el aprovechamiento; no dejar trozos dañados al lado de los sanos y hacer supervisiones periódicas.

Proyectos privados. Uno de los inconvenientes para enfrentar la plaga es su presencia en proyectos privados algunos de los cuales sus propietarios viven fuera del país o frecuentan poco.

Uno de esos casos es el proyecto ecoturístico La Mansión, que el Estado arrendó hace unos años. Según Eddy Peralta, director del Plan Sierra, allí se estima pueden estar afectadas hasta 4,000 tareas.

Dijo que enviaron una comunicación para intervenir el bosque, pero aún sus propietarios no han dado respuesta.