Una plataforma en el Manantial de la Aleta

Una plataforma en el Manantial de la Aleta

POR DOMINGO ABRÉU COLLADO
Casi en el centro geográfico del Parque Nacional del Este se encuentra la cavidad conocida como el Manantial de la Aleta, mencionado por los cronistas de Indias en los años del «descubrimiento», utilizado por los monteros por más de cien años, reportado por el arqueólogo José Guerrero a finales de los 70, saqueado repetidamente durante los 80 y 90, y finalmente trabajado para un documental por la Universidad de Indiana (Estados Unidos).

El manantial de La Aleta es más bien un cenote, una dolina de disolución originada por la actividad de las aguas que corren subterráneamente desde el carso de ese procurrente hacia el mar.

En su interior, en un espacio de aproximadamente 40 metros de diámetro, 12 metros desde el techo a la superficie de agua, y otros 10 metros de profundidad, se respira el aire de espiritualidad que motivó al grupo Taíno a sacralizarlo y utilizarlo como depositario de ofrendas de variada índole y propósito.

Tanto durante los años de saqueo, como durante los trabajos realizados por la Universidad de Indiana, se extrajeron de esa dolina cientos de objetos producidos por la artística aborigen, objetos en madera, concha, hueso, piedra y cerámica (arcilla cocida). Y todavía reposan en su interior hermosas representaciones de la capacidad de nuestros aborígenes para el manejo de esos materiales.

Recientemente, el manantial de La Aleta fue objeto de un trabajo de filmación documental para el programa «Deep Sea Detectors», del canal de televisión norteamericano «History Channel», entre cuyas especializaciones de información está la arqueología subacuática. Durante la filmación subacuática los técnicos pudieron identificar gran cantidad de fragmentos de potizas y piezas de roca. Los hallazgos filmados eran comentados luego para la producción por dos técnicos arqueólogos: Lynn Guitar y Domingo Abréu Collado, que además vigilaban que ninguno de los objetos fuera extraído del manantial, lo que era verificado también por el encargado del Parque Nacional del Este, Leonardo Liriano.

Algo que facilitó la filmación realizada por History Channel fue una plataforma construida en el interior de la cavidad por la Universidad de Indiana para su trabajo, documentado por Discovery Channel. Esta plataforma está construida en madera sobre tubos inflados, y sobre la plataforma fueron dejados diversos objetos; como sillas y mesas de plástico, tubos, lonas y otras cosas, las cuales sirvieron bastante bien para sus autores.

Ahora, abandonada dicha plataforma en el interior de La Aleta, ésta ha iniciado un proceso de descomposición que ha ido contaminando el manantial, cuya situación estanca no permite liberarse de la tonelada de objetos en su interior.

Pero el problema mayor que presenta la plataforma –una estructura de aproximadamente 10 por 5 metros, dividido en dos cuerpos– es que puede facilitar el acceso a saqueadores del patrimonio arqueológico de esa zona del país, una de las zonas mejor conservadas para la investigación de nuestras antiguas culturas.

Y si antes de que hubiera plataforma el saqueo en La Aleta fue grueso y grosero, con la presencia de semejante «ayuda» los saqueadores podrían terminar con lo que queda en la dolina en cuestión.

Lo más indicado y saludable para la conservación de este sitio, sería el desmonte y extracción de la plataforma, cosa que debieron hacer los constructores, puesto que sabían muy bien el peligro que significa la presencia de esa plataforma para los restos aborígenes que aún quedan en el interior de la cavidad.

Recae sobre la subsecretaría de Áreas Protegidas, de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales, la responsabilidad de retirar la plataforma del manantial de La Aleta, naturalmente, costeando ese trabajo con sus recursos, porque no es verdad que la Universidad de Indiana ni Discovery Channel van a poner un centavo para limpiar de sus escombros el manantial de La Aleta.

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