Atenas. Cuatros jóvenes profesionales y defensores de los derechos humanos acaban de inaugurar “Refugees Welcome Greece” (Refugiados bienvenidos a Grecia), un novedoso programa, de origen alemán, que invita a los griegos a compartir su casa con los refugiados.

El portal www.refugees-welcome.gr se lanzó hace apenas una semana y aunque todavía no ha dado alojamiento en ningún piso, la página ha recibido «20 solicitudes de personas interesadas en compartir sus espacios”, según su fundadora, Christina Psara, en declaraciones a Efe.

Psara y su equipo de profesionales todavía están ultimando detalles para comenzar el proceso de acogida.   Si bien su fundadora no revela el número de refugiados interesados en el programa, asegura que “son muchos».   Psara ha viajado a Lesbos, una de las islas griegas más congestionadas por la ola migratoria, para contactar con otras organizaciones y comunicarles cómo funciona su iniciativa.

El procedimiento es sencillo, dice esta investigadora y especialista en gestión de ONG- “Quien esté interesado en compartir piso con un refugiado debe tener una habitación disponible, acudir a la web y rellenar un formulario en el que tiene que responder, por ejemplo, cuántas personas viven allí, qué tipo de espacio dispone y qué idiomas habla».   Del otro lado, los refugiados que quieran alojarse en una vivienda deben rellenar otro formulario, que también se encuentra en la web.   En este programa cabe todo tipo de personas, explica Psara.

Para asegurar la convivencia, la organización contempla un periodo de preparación, de entre dos y cuatro semanas, en el que los interesados se conocen y deciden si quieren convivir.   Como los refugiados se encuentran en una situación de constante incertidumbre e inseguridad, el programa solo acepta la solicitud de las personas que tienen la posibilidad de recibirlos durante un mes o más.   En este momento, la mayoría de las habitaciones están disponibles de manera gratuita, pero si se llegara a necesitar algún apoyo económico el equipo está preparado para contactar con voluntarios que deseen apoyarlos financieramente.

En el casos de que la convivencia no funcione, la organización se compromete a intentar encontrar una pronta solución.   Por el contrario, si el refugiado se ha estabilizado y se encuentra al final la estadía acordada, puede acordar con su anfitrión extender el trato.   Participar en “Refugees Welcome Greece” es más que un acto solidario y “demuestra que todavía hay esperanza”, afirma un ciudadano griego interesado en la iniciativa.

Este programa, apunta Psara, conlleva un beneficio doble. “Además de ayudar a gente necesitada, las familias que acogen tienen la posibilidad de conocer otra sociedad y otra cultura».   Los refugiados, por su parte, pueden integrarse y familiarizarse con el país “de una manera más abierta y humana”, dice.   Con el paso de los días se conocerá si esta iniciativa tuvo la aceptación esperada, no solo en Atenas, donde está su sede, sino en otras regiones de Grecia.