Una prioridad en la agenda presidencial

Una prioridad en la agenda presidencial

En la agenda del presidente electo, Danilo Medina, el tema de la seguridad ciudadana tiene categoría de primordial, tal y como anunciara a lo largo de su exitosa campaña.

No quiere ello decir que el jefe del Estado asumirá su alto cargo provisto de  una varita mágica, con la cual resolver en forma instantánea los graves problemas sociales que se han acumulado por décadas, y que en sociedades carenciadas como las del Tercer Mundo, al cual pertenecemos, son casi insolubles.

Pero algo hay que hacer para que el ciudadano común y corriente no sienta el temor que ahora lo corroe cuando sale a la calle, al trabajo cotidiano, a divertirse, o a cumplir cualquier otra tarea, sin saber lo que le espera..

Por lo pronto hay que adoptar medidas drásticas para controlar el porte, no la tenencia, de las armas de fuego, por parte de decenas de miles de hombres, que sin ninguna razón válida, portan una pavorosa pistola o un temible revólver, listos para usarlos, por cualquier quitame esta paja.

Conturba el ánimo enterarse cómo una joven mujer es asesinada en Bonao por alegados motivos pasionales, y su cadáver mutilado y quemado, mientras en San Francisco de Macorís un hombre es muerto de un disparo en el pecho, por un  niño de apenas cinco años, porque a otro sujeto se le ocurrió entregarle una pistola para que dizque asustara a la víctima, mientras en esta capital un sargento pensionado del Ejército, de 77 años de edad, mata a una anciana vecina,  porque ésta alegadamente le hacía brujerías, y en una conocida plaza comercial un compadre mata a otro, por una deuda millonaria.

La violencia social tiene varias causas y manifestaciones, y hay casos que son imposibles de anticipar y controlar por las autoridades, porque muchas veces los celos terminarán en feminicidios, y el socio engañado o el padre cuya hija es ultrajada, resolverán lavar su honor mancillado con sangre.

Pero hay que colocar en el Ministerio de Interior y Policía a un funcionario con la energía y la probidad  necesarias para ordenar la cancelación de decenas de miles de licencias para portar armas de fuego, en una campaña sin precedentes de desarme a la población civil, mientras se ordena a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional anular los miles y miles de formularios 25 que autorizan a ex miembros de esas instituciones, la mayoría de ellos pensionados a quienes doblega el peso de los años, a andar con un arma de fuego bajo la camisa.

Hay que erradicar al mínimo la criminalidad callejera, especialmente la ligada al tráfico y consumo de drogas, así como los atracos a comercios y los asaltos  a humildes hombres y mujeres indefensos, haciendo más enérgicas las penas que imponen los tribunales, para lograr lo cual en la agenda de nuestro presidente Danilo Medina, a partir del 16 de agosto, la lucha contra la inseguridad ciudadana debe ocupar uno de los primeros lugares.

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