POR  M. DARÍO CONTRERAS
Aunque generalmente escribo sobre temas de trascendencia  nacional y de palpitante actualidad, quiero hoy dedicarle unas cuantas líneas a la que considero como una promoción que, en mi opinión, ha dejado huellas en al ámbito nacional, más allá de los lazos familiares y de las amistades de quienes formaron parte del grupo de jóvenes que en el año de 1952 iniciaron sus estudios en la Facultad de Ciencia Exactas de la entonces Universidad de Santo Domingo.

La época en la que ingresamos a las aulas universitarias para estudiar ingeniería civil y arquitectura fue en plena Era de Trujillo y éramos, en la gran mayoría, nacidos en la primera década de dicha época. El mayor del grupo tenía 51 años (Dotel Pérez) y el benjamín del grupo apenas 16 (Bisonó Genao). La mayoría, por supuesto, son abuelos aunque tenemos el primer bisabuelo (Cáceres Troncoso). La gran mayoría, del listado de 208 inscritos, provenía de los principales pueblos del país, siendo un 38% nacido en la ciudad de Santo Domingo – entonces Ciudad Trujillo. Doce de los inscritos eran mujeres, 6%, graduándose unas cuatro de este grupo.

Para ingresar en la universidad estatal en esa época se requería ser depurado por el Servicio de Inteligencia Militar (SIM) en cuanto a actividades consideradas como atentatorias a la seguridad del Estado – ser “antitrujillista” o tener familiares que lo fueran. A pesar del intenso sistema de espionaje imperante, especialmente en el recinto de la Universidad, de estas aulas salieron los que conspirarían en el Movimiento 14 de Junio para derrocar la dictadura trujillista, entre los que se encontraban compañeros de la promoción (Durán Hernando, Pacheco Morales, Puras Penzo).

Como la gran mayoría de los estudiantes eran de pueblos lejanos de la capital, se utilizaban mucho las pensiones o las casas de parientes cercanos. Las diversiones de la época eran pocas y no había mayores cosas que hacer que estudiar y bailar cuando fuera posible. Por supuesto, el tomar tragos, entre los varones, era casi una necesidad para ahogar la frustración de no poder hablar y actuar con libertad. Dada las costumbres del momento en cuanto a las relaciones sexuales, era común que los hombres visitaran los innumerables prostíbulos que existían en la ciudad capital, algunos de los cuales eran negocios con la “protección” de los Trujillo.

La gran mayoría de los que formamos parte de la promoción de ingeniería y arquitectura 1952-57 provenía de familias de clase humilde o clase media. Aunque había quienes tenían apellidos ilustres, siempre existió plena camaradería en el grupo. Aunque hoy día nuestra sociedad ha creado enclaves que separan a los ciudadanos según su poder adquisitivo, en aquella época el dinero todavía no tenía la importancia que hoy se le atribuye. El buen nombre y la dignidad eran atributos que pesaban mucho más que el despliegue de riquezas al vapor o de imágenes plastificadas de la televisión.

Me atrevo a afirmar que de la promoción que reseñamos no tenemos conocimiento de ningún caso de malas prácticas profesionales y, por el contrario, sí de acciones que han engrandecido la profesión y el país, tanto en el ramo de la construcción como del diseño, la supervisión, la enseñanza, la política y el amor a la Patria. Con el perdón de los compañeros que omito me permito mencionar los siguientes: José Aponte Espinal, Carlos Ascuasiati Álvarez, Rafael Vitelio Bisonó Genao (“Tato”), Ricardo Brugal Limardo, Ramón Cáceres Grullón, Marino Cáceres Troncoso (“Pilo”), José María Carías Dominici, René Columna Baraldi, Jaime Durán Hernando (“Jimmy”), Mario Espaillat Peña, Miguel Antonio Espinal Vázquez (“Miguelón”), Rhina González Villegas, Zoilo Grullón Pagán, Modesta Guzmán Guzmán (“Ina”), Temístocles Jourdain Senior, José Miguel Martínez Navarro (Cheche), Rafael Fco. Morales Fernández (“Bulín”), Diego Augusto Moya Canaán (“Gin”), Juan Antonio Noceda Martínez (“Papi”), Aníbal José Peralta Brache, Víctor Federico Pizano Thomén, Everaldo Roa Rosario, Bienvenido Santos Romero, Juan Antonio Stefan Hasbún (“Johnny”), Serapio Eugenio Terrero, Vicente Alfredo Tolentino Dipp (“Tico”), Rómulo Ernesto Vallejo Pradel, José Ernesto Vicioso Tejeda, Juan Benito Zaragoza.

Entre los fallecidos podemos mencionar a Luís Mauricio Bogaert Álvarez, Rodolfo Dietsch Mieses, Rafael Tomás Fernández Domínguez, Luís Alberto Hasbún Roedán, Silvia Evangelina Leroux Morales, Ramón Antonio Luna Morató, Virgilio Fco. Rodríguez Echavarría, Miguel Oscar Roques Báez, Rafael Senior Frías.