El Presidente Leonel Fernández ha valorado en su justa magnitud la gravedad de las tentativas de amordazamiento e intimidación ejercidas recientemente contra periodistas y los medios para los que laboran. Su propuesta de incluir en la Constitución la  protección del secreto de fuente y cláusula de conciencia, ambos para dar al periodista garantías sobre sus derechos profesionales, es sin lugar a dudas un complemento importante para la  sustentación de la libertad de expresión y difusión del pensamiento. Recientemente,  un fiscal de Puerto Plata y espalderos de un senador pretendieron intimidar y coaccionar a periodistas  tratando de quebrar el derecho a proteger sus fuentes de información.

De ser acogida esta propuesta del Presidente de la República, el país escalaría un peldaño importante en lo que concierne a preservar el derecho de expresión y difusión del pensamiento. En ese mismo contexto  se ha avanzado bastante con la  vigencia de una ley que establece el derecho de acceso a la información pública, que sin duda es un aporte a la transparencia. Es gratificante que de una manera tan contundente y precisa, el Presidente de la República haya reafirmado la vocación de respeto del Gobierno que encabeza hacia los derechos y libertades que asisten al periodista en el ejercicio de su labor. La Asamblea Revisora tiene la palabra.

Que la cautela sea nuestra guía

Aunque la crisis financiera habrá de imponer muchas limitaciones, es previsible que en las próximas horas aumente la densidad del tráfico en las carreteras del país. Mucha gente, volante en mano, suele obviar reglas elementales de seguridad en la conducción y ponen en riesgo sus vidas y las ajenas. En esto los motociclistas han implantado lamentables marcas como propiciadores de tragedias en las vías.

Para estos días los excesos en el consumo de bebidas alcohólicas se encargan de poner el ingrediente de la imprudencia en carreteras y balnearios. Alcohol y gasolina no siempre dan buena mezcla. Ocurre así a pesar del esfuerzo de las autoridades, que montan operativos para disuadir el manejo temerario y las imprudencias en playas y balnearios. Conviene que todos meditemos sobre la necesidad de salir y retornar sin nada que lamentar. Eso se logra si cada uno permite que la cautela guíe todos sus actos y se practica el respeto mutuo.