POR ÁNGELA PEÑA
Alguna institución histórica o cultural de la República Dominicana debería invitar al país a Jesús Benito Macho, el descendiente del músico español que vino al país en tiempos de la Anexión, y solicitarle en donación la partitura original que tiene del Himno Nacional Dominicano y que aparece firmada por su bisabuelo D. Juan Macho (no Machado, como se había estado publicando.

El parecer es de la anterior Ministra Consejera de la embajada dominicana en España, Rosa Meléndez, quien durante un tiempo recibió correspondencia del biznieto y con el que habló por teléfono varias veces.

Ese caso no debe quedarse en el aire. Ese señor puede morir y nos vamos a quedar sin el documento original porque en los archivos dominicanos, según lo que he leído, no está, significó.

Jesús Benito Macho no fue el único que se comunicó con ella para ofrecerle papeles del pasado nacional. También la visitó Luis Días, quien se identificó como sacerdote investigador, residente en Murcia, y le presentó un Manifiesto de la Restauración, pero no se mostró tan desinteresado como el biznieto de Macho.

Desde que recibió a estas personalidades y datos, Rosa Meléndez, quien ocupó esa función desde el 2000 hasta el 2004, se comunicó con historiadores y funcionarios culturales locales, les remitió el material, pidió orientación en cuanto a cómo proceder. Sólo un reconocido historiador le recomendó escribir a la Academia Dominicana de la Historia para que invitara a los interesados a fin de estudiar el Manifiesto. Se le escribió al doctor Julio Genaro Campillo Pérez, pero éste no respondió, tal vez porque entonces se encontraba gravemente enfermo.

La ex diplomática y antigua directora de la Galería de Arte Moderno quiso hacer aclaraciones en torno al caso porque algunas informaciones aparecidas en la prensa, según manifestó, no han sido ofrecidas correctamente.

La partitura

Todas las veces que la llamó desde Valladolid, donde reside, Jesús Benito Macho fue sumamente amable y en ningún momento reclamó ni demostró que buscaba reconocimiento, refirió Meléndez.

Le expresó que en los archivos familiares encontraron esa partitura, solicitándole una grabación del Himno Nacional Dominicano para comprobar si se correspondía con la grafía que tiene como patrimonio. Ella le envió la música y la reacción de Macho fue de alegría: ¡Es la partitura exacta que está entre los papeles de mi bisabuelo!.

Pero en ningún momento, añadió, ha cuestionado que el Maestro José Reyes es el autor de la Canción Patria. Me mandaba esas correspondencias por correo, investigando si, realmente, su partitura tenía que ver con la real, dijo.

Jesús Benito Macho, que es un destacado músico en su tierra, le contaba que su antepasado vivió aquí por los lados de Samaná y que tenía una hermana llamada Altagracia, apodada Tatica. Ellos aman realmente la República Dominicana y lo que han querido es aclarar y aportar lo que puedan, dicen que quieren este país porque su bisabuelo vivió aquí pero que ellos no están haciendo reclamaciones legales ni exigiendo la autoría de esa música para el señor Macho, significó Rosa Meléndez.

Desde que recibió la copia de la partitura y la foto del que la firma, Meléndez se dirigió a funcionarios nacionales para que investigaran, pensando que tal vez pudo ser una partitura compartida, pero nunca podemos poner en duda que el verdadero autor es José Reyes, enfatizó.

Ojalá él pudiera donarla, porque si no, eso va a quedar muy oscuro, manifestó.

Para entonces, la Ministra Consejera, que estaba en contacto con Manuel Núñez, director de Centromidca, para la remodelación de ese organismo con fondos de la Comunidad de Madrid, le comunicó lo de la fotocopia de la partitura, remitiéndosela. Como explicó Núñez en entrevista reciente, él la refirió a Ivonne Haza y ésta, a su vez, al etnomusicólogo Julio César Paulino quien hizo las investigaciones y comparaciones de lugar y concluyó en que el verdadero autor de la melodía del Himno Nacional Dominicano es José Reyes

Rosa Meléndez tiene la dirección y el teléfono de Jesús Benito Macho y los ofreció también a esta redactora por si surge alguna institución oficial interesada en rescatar este acervo.

Si lo invitan, él puede venir, hablar de su bisabuelo, traer esa partitura. Es un colaborador de los dominicanos, al igual que lo fue su pariente, y no se dirigió a mí en tono polémico sino de colaboración y de simpatía hacia la República Dominicana, aclaró Rosa Meléndez.

El Manifiesto de Samaná

Es un documento manuscrito que relata hechos acontecidos durante la guerra restauradora, no muy legible pues se trata de una fotocopia. El cura lo llevó y dijo se lo entregó un descendiente de un marino que viajaba a la República Dominicana, estaba entre los papeles de su abuelo y al verlo llamó al párroco de la iglesia del pueblo para mostrárselo. El sacerdote comenzó a analizarlo y luego se presentó a la misión dominicana con una fotocopia.

El original lo ha reservado. Este religioso, Luis Días, sí visitó varias veces la embajada, aclaró Rosa Meléndez. En una de las llamadas hechas por él a la Ministra Consejera dice en el asunto del mensaje: que tiene un documento muy importante para donarlo, con una condición, que no especifica.

Todo lo relatado en este expediente se resume como El Manifiesto de Samaná.

Si no el religioso, al menos el pariente del marino parece que quiere dinero a cambio, según puedo apreciar Meléndez, quien tiene también el teléfono del presbítero. A esa consideración se puede llegar también al leer la nota con el mensaje que dejó el reverendo.

Los intelectuales y funcionarios dominicanos a los que se dirigió la entonces Ministra Consejera dejaron estas inquietudes sin respuestas. Sólo se hizo el examen de la partitura del Himno Nacional Dominicano y, según quien lo hizo, el resultado que demuestra que el único autor de la melodía es José Reyes, fue arrojado a la basura.