Una propuesta

Una propuesta

Claudio Acosta

Una propuesta.- Es uno de los mejores usos que se le puede dar a unos recursos que por obra y gracia de nuestra endémica corrupción van a parar a las manos equivocadas, donde suelen perderse para siempre en un barril sin fondo que también se traga los anhelos de progreso y bienestar de un país que pudiera vivir mejor si los políticos que lo han gobernado, al igual que sus socios y cómplices, no fueran tan ladrones y nuestro sistema de justicia tan débil frente al flagelo. Por eso aplaudo y celebro la decisión del presidente Luis Abinader de invertir los recursos recuperados de los casos de corrupción sometidos y condenados, en obras de infraestructura deportiva en todo el territorio nacional. Según lo que explicó el mandatario el pasado fin de semana en La Vega, se destinarán dos mil millones de pesos para construir 25 nuevos polideportivos en los municipios donde no los haya, recursos que son parte de los tres mil millones que devolvió Maxi Montilla al Estado dominicano luego de admitir su responsabilidad en el fraude en perjuicio de las EDE.

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Y como ya aplaudí y celebré que ese dinero se invierta en los jóvenes, nuestro principal capital humano, también me siento con derecho a proponer que en todas y cada una de las obras que se levanten con el dinero que se sacó de los bolsillos de los corruptos y sus cómplices, se coloque una tarja en un lugar visible en la que se explique el origen de los recursos que las hicieron posibles. Será un recordatorio permanente, una muestra de las tantas cosas que le está robando la corrupción a los jóvenes de nuestros barrios, pueblos y provincias, pero también de que se persigue a los corruptos, se les somete a la justicia y se recupera parte de lo robado. Lo que nunca será suficiente para resarcir el daño que le ha causado la corrupción a este país, pero siempre será muchísimo mas que cruzarse de brazos y mirar para otro lado, o participar del saqueo del dinero público confiados en la impunidad que garantizaban sus gobiernos como hicieron los peledeístas.

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