Una provechosa visita a la región Friuli-Venezia Giulia

Una provechosa visita a la región Friuli-Venezia Giulia

Nuestro buen amigo y capacitado Embajador Extraordinario y Plenipotenciario ante la Santa Sede, licenciado Víctor Manuel Grimaldi Céspedes, nos ha hecho llegar un informe resumido de la visita organizada por la Embajada Dominicana ante la Santa Sede a la Región Friuli-Venezia Giulia, una de las veinte regiones italianas situada al nordeste, con fronteras compartidas con Austria y Eslovenia. Esta próspera región se compone de cuatro provincias: Pordenone, Udine, Gorizia y Trieste, siendo esta última, la capital y punto de entrada y salida para los mercados de Alemania, Austria y el Centro y Este de Europa.
Antes de desarrollar este tema, me voy a permitir recordar lo sucedido en mi época de estudiante en esta región. Pasé tres meses en la Universidad de Trieste, una construcción sobria y vetusta del estilo Mussolini, estudiando Derecho Comparado. El primer día de mi llegada, poseía un viejo vehículo Volskwagen con placa del Estado de Virginia, EE. UU. para librarme como extranjero de las multas, especialmente en las denominadas “Zone Blue”, en donde el estacionamiento estaba limitado a poco tiempo. Entonces, el vecino país era Yugoslavia en donde existía una férrea dictadura comunista. Como la vida allí era más barata que en Italia, los latinoamericanos solíamos ir a disipar el tiempo muerto en ese país.
Descubrimos, que la parte más desarrollada era reclamada por Italia que la consideraba el Fiume y la ciudad de Opatija, al borde del mar Adriático, era excepcionalmente bella. El litro de gasolina costaba casi la mitad en Yugoslavia, por lo cual decidí llenar el tanque. Cuando llego al borde fronterizo, un policía rollizo me increpa: “tiene algo que declarar”. Al decirle nada, responde, abra el capó y trae una pipeta de vidrio y la introduce en el tanque de combustible y me enseña el contenido, a la vez que me reprime por haberle mentido. El color de la gasolina era verde y no amarilla como en Italia. Tuve que valerme de mi condición de turista y que tenía poco combustible. Refunfuñando en un idioma incomprensible, me permitió seguir.
Esta importante visita llevada a cabo del 5 al 9 de abril de 2017, se inició en Pordenone en donde la Misión tuvo la ocasión de visitar a Electrolux, empresa que tiene cincuenta y cinco mil empleados en todo el mundo y plantas de producción en varios países. En esta ciudad está la más grande de sus fábricas, especializada en equipos profesionales de cocina, limpieza y lavandería para la industria hotelera, hospitales, escuelas y otros centros similares. Tiene una importante representación en nuestro país.
La misión tenía como finalidad firmar un Acuerdo entre la Autoridad Portuaria Dominicana y la Autoridad del Puerto de Trieste, el más importante de Italia en el Adriático. Esta ciudad es conocida por su industria cafetera, la cual es la más importante del Norte de Italia. En una ocasión que fuimos invitados por el Instituto de Comercio Exterior (ICE) como vicepresidente de la Asociación Dominicana de Exportadores (ADOEXPO), para recibir los créditos, tuvimos que trasladarnos desde Roma hasta Trieste, para investigar la importación y distribución de café desde Trieste hasta Torino.
En aquella ocasión, el ICE nos facilitó la entrada a las magníficas naves de almacenamiento donde se depositaba el café en grano para ser distribuido a las diferentes industrias torrefactoras de la región y de verdad, aunque conocíamos varias importantes industrias cafeteras en el mundo, la de Trieste nos impresionó, no solo por la industria en sí, sino por el impecable sistema de distribución del producto.
La misión contó con la asistencia del embajador Armindo Vieira Spirito de Angola, decano del cuerpo diplomático ante la Santa Sede; de la embajadora Peggy Cabral, así como del doctor Adriano Miguel Tejada, director del periódico Diario Libre. Brilló por su ausencia, el Director de la Autoridad Portuaria Dominicana, quien se suponía que firmaría con su homólogo, un acuerdo de colaboración con Trieste, el mayor puerto comercial de Italia.
Podemos afirmar, que fueron encuentros positivos en donde se enfocaron temas esenciales como el desarrollo del turismo, la visita al Parque Industrial y Científico, donde también podrían firmarse acuerdo de cooperación con nuestro Instituto Tecnológico de Las Américas. La misión pudo observar en la rivera opuesta del mar Adriático, la empresa Fincantieri, la mayor constructora de cruceros turísticos del mundo.

Por la labor desplegada por el señor embajador Víctor Grimaldi, es de orden felicitarlo por su gran esfuerzo en la búsqueda de cooperación y mesas de negocios para los empresarios dominicanos. Lástima que él sea una excepción, ya que la mayoría de nuestros representantes diplomáticos, o son unos improvisados a la carrera, o come cheques sentados en la Cancillería en Santo Domingo, no obstante estar nombrados en diferentes países del mundo. ¡Ojalá nuestra diplomacia cambie y se nombren verdaderos promotores del país!

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