Una puerta hacia la sanación

Una puerta hacia la sanación

«Parte de la curación está en la voluntad de sanar»

Séneca

La creación se manifiesta por la unión de lo masculino con lo femenino. La energía que se conjuga entre ambos da paso a una tercera fuerza que es la combinación de ambos, y a la vez es distinta por la combinación misma. Así, como el jugo de naranja es diferente al de zanahoria, y al unirse dan origen a un jugo nuevo, que aunque tiene de ambos, es especial en sí mismo, cuando el hijo rechaza, culpa, enjuicia o tiene miedo de sus padres, en realidad se está odiando a sí mismo, ya que jamás podrá separar a sus padres de su carne.

La mayoría de las dificultades que enfrentamos, suelen ser el resultado de no tomar la energía del padre, de la madre, o de ambos. Al no usar la energía de los progenitores, o hacerlo de forma incompleta, no tenemos el poder ni la fuerza para impactar en la realidad, o para que ella nos responda. Desde que conocí las Constelaciones Familiares mi manera de ver los temas de crisis y complementariedad de las dos polaridades energéticas, ha variado muchísimo.

Desde hace un tiempo, venimos escuchando que estamos viviendo los tiempos del retorno a lo femenino.  Ya que la energía tiende a complementarse, cada persona atrae la energía que tiene en defecto, a fin de tomar conciencia de nuestras carencias y encontrar el equilibrio.  

La energía femenina es una fuerza expansiva que estimula la unión de lo que estuvo separado, percibe las cosas como un todo, procesa la información de forma analógica, concreta y atemporal, el conocimiento que nos llega por medio de ella es intuitivo, es sensible, y alegre. La energía femenina es placentera, aprecia la belleza, es imaginativa, disfruta cuidar a los demás, es comunicativa, receptiva, pasiva, acogedora, nutritiva y renuncia al control, para ponerse en manos del misterio, de la magia de la misma vida.

La vida está haciendo un llamado masivo para que despertemos. Muchas comunidades indígenas piensan que este llamado se ha hecho en muchos otros momentos de la historia. Los chamanes creen que la conciencia ordinaria tan solo percibe un 10% de la realidad. El 90% de la realidad no la vemos ni la oímos, pero la aceleración de la frecuencia de la atmósfera nos está exponiendo a una enorme cantidad de luz, lo que hace posible percibir lo invisible.

Esta capacidad para percibir lo invisible, estimula de manera más poderosa a la mujer, por la sensibilidad e intuición propias de lo femenino. Varios chamanes me han confirmado lo que he leído en libros, revistas y portales en la red: la mujer es la puerta de sanación y la líder del cambio hacia la nueva era de espiritualidad, regida por la ley del amor.

El Planeta es un ser vivo, y cada uno de nosotros es una célula de su cuerpo. Actualmente, la cercanía con el cinturón de fotones hace que la Tierra esté vibrando a una frecuencia muy alta, pero como ella es el “vehículo” para toda la humanidad, con ella también elevan la vibración sus hijos y todos sus reinos. Connie Méndez recomienda la sintonía con el latido universal como un remedio que “cura todo”. Para ella, nuestra única tarea es renunciar a la ilusión de hacer las cosas por nuestra voluntad, y así como el niño pequeño se reconcilia con su padre/madre aunque no esté de acuerdo con sus normas, porque sabe que sin él/ella está en riesgo de muerte, debemos retornar con humildad a nuestro Padre/Madre.

Connie nos recomienda decir en voz alta: «Padre nuestro, te invoco a que entres en acción en mi vida (3 veces). Gracias Abba que me has oído». Luego, de esto renunciamos definitivamente a ocuparnos del problema. Se recomienda “tomar” el remedio cúralo todo tres veces al día. Hoy lo hice en un lugar muy especial y el resultado ha sido maravilloso.

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