Tal y cómo decía Leonel Fernández en el año 2007: “Han querido satanizar la reelección” y aunque en el 2019 diga: “La mayoría quiere que se respete la constitución”, dicho esto para evitar a todas luces el intento de repostulacion de Danilo Medina. Yo en lo personal no sé a quién creer y tampoco sé cuántos Leonel hay; en el 1996 era uno; en el 2004 era otro; en el 2007 era uno muy diferente, en 2010 había otro; en 2015 era otro, y en el 2019 hay otro que hasta tiene unas formas de actuar parecidas a Juan Hubieres… ¿La coherencia en el discurso pá cuando? ¿Sabe usted señor Leonel Fernández lo que pasa cuando decimos una cosa y hacemos todo lo contrario? Pues yo le respondo: cuando no se tiene coherencia, se pierde la credibilidad; si el pueblo no te cree, se pierde la confianza; si no hay confianza, se genera una alta tasa de rechazo, si tienes alta tasa de rechazo, el pueblo no votaría por usted; por lo tanto en esas condiciones no se puede ser candidato presidencial y mucho menos presidente de la República Dominicana…
Por lo tanto, satanizar una reforma constitucional sea quien sea el gobernante de turno no sería lo correcto. Una reforma a la constitución debe verse como un proyecto de mayor calado, que beneficie a la mayoría de los dominicanos y no verse simple y llanamente como un salvavidas presidencial. Por ejemplo, un proyecto de modificación constitucional puede conllevar los siguientes puntos:
1. Unificación de las elecciones municipales con las congresuales y presidenciales. Beneficio: El Estado, o sea todos los dominicanos, nos ahorraríamos 6 mil millones de pesos. Beneficio para el PRM: se evitaría quedar al descubierto en unas elecciones (municipales) que seguramente perdería, si es cierto que en este país tener el gobierno influye en los resultados electorales.
2. Excluir al procurador general del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) tal y como era antes del 2010, cuando Leonel “el defensor de la constitución” hizo ese pequeño cambio para controlar aún más “su justicia”.
3. Volver al modelo presidencial norteamericano, de ocho años y nunca más con efectividad a partir de 17 agosto 2020.
4. Candados a próximas modificaciones constitucionales, por ejemplo: Consulta directa a la población (Plebiscito) o que sea votada positivamente tal modificación por el 80% de la matricula en la Asamblea Nacional.
5. Que figuras como el contralor general de la República, y el director de contrataciones públicas, no sean nombrados por decreto presidencial, sino que se proponga una terna para ser aprobada en el congreso, como se hace en la actualidad con el defensor del pueblo. Esto elevaría los controles anticorrupción, da más credibilidad al sistema y mayor independencia y autonomía. (Propuesta del autor)
6. Eliminación del transitorio#20 que únicamente perjudica a un dominicano, el actual presidente de la República; una constitución primero debe ser justa y no discriminatoria. A Danilo Medina hay que devolverle todos sus derechos como ciudadano dominicano.
Si vemos un poco más allá, los que hoy quieren satanizar una reforma constitucional, sólo lo hacen por intereses personales, no porque convenga al pueblo o no.
La constitución se puede reformar y que dicha reforma sea de beneficio para las grandes mayorías…
¡Algún día llegará el verano!