Una relación muy delicada

Una relación muy delicada

“La sustancia espiritual de la que surge toda la riqueza visible nunca se agota. 
Está siempre contigo y responde a tu fe en ella y a tus peticiones”.
Charles Fillmore
Aunque el dinero es papel, al facilitar el intercambio de bienes y servicios nos ayuda a sostener la vida. Siendo sinceros, el dinero es uno de los temas más delicados que podemos tratar. La palabra «delicado» viene del latín “delicatus” y significa «suave”, “débil» o “difícil”. Las emociones que te despierta el dinero determinarán el tipo de relación que vivirás con él.
 
La preocupación, ansiedad, desconfianza y miedo te harán sostener una relación difícil. La pasividad, indecisión, neutralidad e impotencia crearán una relación débil. En cambio, la alegría, la pasión, el entusiasmo y la confianza te harán vivir una relación suave y agradable con el dinero.
 
Eres la única persona que puede gestionar tus emociones. La riqueza no es algo que logras, es algo que sintonizas a medida que vas entrando en una sintonía amorosa con tu interior. La prosperidad es un proceso de sanación en el que vas conectando con la naturaleza de tus mejores pensamientos/sentimientos. El dinero es una energía vital creativa que fluye de manera tan natural como lo hace la sangre en una persona sana.
 
En el ensayo “Dinero y sentido de vida”, el profesor de filosofía Jacob Needleman reflexiona en lo que se oculta detrás de nuestra actitud con el dinero. Si pensamos en la relación que tenemos con la naturaleza, en dónde vivimos, las cosas que tenemos, los impulsos que sentimos de ayudar a otros, las buenas obras que hacemos, a dónde vamos, cómo viajamos, qué clase de personas nos rodean, qué hicimos ayer, qué estamos haciendo hoy y que haremos mañana, el factor dinero ocupa un lugar muy relevante, señala el profesor Needleman. 
 
Adicionalmente, la relación que llevamos con el dinero afecta nuestra identidad, autovaloración y autorespeto, agrega él. Desde el punto de vista sistémico. El dinero te acompaña en todas las relaciones que sostienes, por lo que si te vinculas con él de una forma difícil se traducirá en tensión dentro de la relación.
 
El dinero no tiene valor real por sí mismo, sólo tiene el valor que le das. En realidad, el dinero es una metáfora de cómo te ves y te valoras a ti mismo. El Dr. David R. Hawkins, autor del libro “El poder contra la fuerza”, dice que las condiciones de la realidad que vivimos se relaciona con el calibre vibratorio de lo que pensamos y sentimos. Entre más bajo vibra la conciencia peor son las condiciones de vida que experimentas y viceversa, una conciencia alta resuena y atrae mejores condiciones de vida.
 
Elevar las vibraciones es primordial para vivir una relación suave con el dinero y activar la prosperidad. ¿Cómo te das cuenta? Cuando lo que vives te brinda energía, alegría y motivación la vibración es alta. Si te preocupa, debilita o atemoriza la vibración es baja. El amor es la emoción positiva más poderosa que existe. El amor funciona como un imán.
 
El dinero es un estado de ánimo y la abundancia un estado de fe. Los dólares norteamericanos tienen una frase que dice “In God we trust”, que se traduce “en Dios confiamos”. ¿Realmente estás confiando en Dios? Cuando alguien elige poner al Creador primero, la riqueza llega de un modo incesante.
 
Al permitir que el Espíritu guíe nuestros movimientos, recibimos dirección, colaboración y asistencia. Cualquier cosa que necesitemos para llegar a nuestro destino será dada de manera fácil, rápida, agradable, abundante y delicada. ¿Conoces algo mejor?

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