Una respuesta modesta:
que Israel se una a la OTAN

Una respuesta modesta: <BR>que Israel se una a la OTAN

POR STEVEN ERLANGER
HERZLIYA, Israel.- La muerte de Yasser Arafat ha sido como un hoyo en una presa sobre un río largo tiempo bloqueado, con un repentino y poderoso aumento del optimismo y de nuevas ideas en Oriente Medio, aun cuando algunas de ellas siguen siendo confusas.

Una de las más intrigantes es la sugerencia de que Israel, que siempre se ha visto como un David entre Goliaths, debería considerar unirse a la OTAN.

La idea, por lo menos, es que nexos más estrechos con la OTAN – y quizá un ingreso eventual – fijaría a Israel en Occidente y, al proporcionar garantías de seguridad, le daría más confianza para alcanzar una paz amplia.

Esa lógica contrasta con una lección fundamental que la generación fundadora de Israel sacó del Holocausto: Al final, el pueblo judío sólo debería contar consigo mismo para garantizar su supervivencia.

Pero Uzi Arad, ex funcionario del espionaje israelí que encabeza el Instituto para Política y Estrategia, dice que es tiempo de que Israel «deseche su actitud de Groucho» hacia la OTAN y trabaje «para establecer una asociación sólida y amplia tanto con Estados Unidos como con Europa».

Arad preside una conferencia anual aquí sobre seguridad que atrae a destacados formuladores de políticas y analistas israelíes y extranjeros. Este año, Arad está instando a Israel a superar su desconfianza de las alianzas y aminorar su aislamiento. Argumenta que la perspectiva de un Irán nuclear hace a mejores lazos con la OTAN más lógicos y urgentes. «La comunidad euro-atlántica es el habitat natural de Israel», dice.

En sus esfuerzos, se le han unido ex funcionarios estadounidenses y europeos que ayudaron a manejar las dos expansiones de la OTAN desde el colapso soviético y a redactar la Asociación para la Paz de la OTAN, que tiene a países como Georgia y Azerbeiyán preparándose para un posible ingreso como miembros.

Un ex funcionario estadounidense, Ronald Asmus, que ahora está en el Fondo German Marshall, dijo que se ha preguntado por qué la OTAN, que se extiende a Turquía y está luchando en Afganistán, estaba buscando la asociación con Georgia y no con Israel. «Israel ya es una democracia occidental que comparte nuestros valores e intereses en una parte del mundo que se está volviendo vital para la OTAN», dijo. «Entonces ¿por qué Israel está fuera de los límites?»

Por supuesto, la perspectiva de nexos más estrechos con Israel crearía debate dentro de la OTAN, especialmente en ausencia de un acuerdo palestino-israelí final. Pero primero el propio Israel necesita discutir los pros y contras militares y políticos, y decidir si la organización es un club al que quiere asociarse.

Aunque la idea de un ingreso israelí podría parecer descabellada, sólo podría plantearse porque la OTAN se está reinventando. Originalmente una alianza militar diseñada para disuadir o combatir a la Unión Soviética en Europa, la OTAN se ha convertido en una asociación más amplia y más política de democracias con un papel de asociación para los ex enemigos, incluida Rusia.

Especialmente después de los ataques del 11 de septiembre, la OTAN está más interesada en el terrorismo que en los tanques, y está desarrollando un interés por Oriente Medio, ya que es donde radican la mayoría de las amenazas de hoy para sus miembros. Desde el radicalismo islámico hasta los potenciales misiles nucleares iraníes, las amenazas son las mismas que enfrenta Israel, y el espionaje israelí sabe mucho al respecto.

En cuanto a Israel, el colapso de los acuerdos de Oslo y los últimos cuatro años de guerra con los palestinos han socavado el sueño, que empezó con el sionismo, de un Estado judío que asuma su orgulloso lugar como parte integral de Oriente Medio, aceptado por sus vecinos. Como Oslo, era una visión adorable, pero está hecha añicos.

En términos económicos, comerciales y tecnológicos, también, las conexiones de Israel con Europa empequeñecen a las que tiene con su propia región. La mitad de las importaciones de Israel provienen de la Unión Europea, que absorbe un tercio de las exportaciones de Israel. E Israel ya tiene una relación muy estrecha con la unión y sus instituciones. Sin embargo, a los israelíes les preocupa que la ocupación del territorio palestino, las políticas de asentamientos israelíes y los últimos cuatro años de combates hayan dañado su reputación en Europa, e incluso en Estados Unidos.

Las fuerzas armadas israelíes se muestran escépticas sobre nexos más estrechos con la OTAN,dicen funcionarios israelíes, porque temen perder libertad de acción. Israel mantiene el fiero compromiso de hacer cualquier cosa que sea necesaria para preservar su existencia y seguridad, no obstante lo desagradables que esas acciones pudieran ser para otros; ya sea asesinar a líderes de Hamas, detener a sospechosos sin juicio o destruir las casas de atacantes suicidas y militantes.

También está la cuestión de la capacidad nuclear privadamente reconocida de Israel. Y los europeos expresan cierta ansiedad sobre cómo podrían reaccionar las naciones árabes.

Los beneficios para Israel serían importantes, dijo un embajador aquí de un país europeo de la OTAN. Las amenazas y riesgos que Oriente Medio pudiera presentar, dijo, incluyen no sólo a un Irán nuclear sino también «una Arabia Saudita radicalizada islámicamente o un colapso de Egipto».

Para los europeos, también, dijo existe un beneficio potencial más allá de las ventajas militares y de espionaje de Israel. «No debemos permitir que Israel divida a Europa de Estados Unidos», dijo. «La OTAN puede ayudar a los israelíes a salirse de este embrollo de la ocupación».

Antes de que cualquier cosa pueda suceder, sin embargo, los israelíes tendrán que pensar en sus intereses futuros, dicen funcionarios de la OTAN.

«La iniciativa tendrá que provenir del lado israelí», dijo Sir Peter Ricketts, embajador británico en la OTAN. «Pero de ser así, habrá un fuerte eco».

La OTAN, en su reunión cumbre en Estambul, Turquía, en junio, abrió la posibilidad de relaciones con todos los países de Oriente Medio. A Arad le gustaría aprovechar la oportunidad, y empezar con un acuerdo como el de Suecia, no el ingreso como miembro pleno, sino compatibilidad de fuerzas y consultas. El ingreso vendría posteriormente, si acaso.

El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, viaja a Israel la próxima primavera para insistir en el asunto. Ha prometido trabajar en favor de lazos más estrechos si Israel los quiere. Para cuando visite el país, dicen funcionarios israelíes, probablemente tendrán el inicio de una respuesta.

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