Una respuesta

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Señor director:

La consideración de que «la escasa competitividad de la agropecuaria en América Latina no se debe al subsidio que ofrecen los países desarrollados… sino a la ineficiencia de los agricultores de la región» atribuida a un experto brasileño de reconocida solvencia académica y máxima experiencia burocrática internacional, debe ser estudiada desde una óptica no convencional.

El problema esencialmente es el mismo que probablemente tendría un buen champagne embotellado herméticamente por causa de un simple corcho que a su vez esta «protegido» por un férreo alambre de «seguridad». Para el contenido de esa costosa botella, que con toda seguridad tiene un valor mayor que su contenedor, su hipotético problema de llegar hasta su meta, satisfaciendo el paladar de su propietario comprador, solo se ve limitado por quienes no le destapen liberándolo para siempre de sus obstáculos propios.

Achacar al contenido de la flamante botella, o a su consumidor, es un garrafal error sólo disculpable por las altas calificaciones y buena fe de quien contribuye al mantenimiento de su encierro.

Que culpa tiene el maravilloso líquido de que no pueda salir, por sí solo, de su encierro?

Cómo puede hacerlo sin la ayuda de alguien mas capacitado?

No, mi distinguido profesor! La incompetencia está en la burocracia inexperta que no sabe adaptarse a las presentes circunstancias para ponerle acción al verbo con los análisis mas acertados y con acciones modernizantes que, aún con aplicando todas la ceremonia y cortesía establecidas, descorche la botella para saborear su espumante contenido.

Sabemos que toda clase o estrato tradicional de una nación es reacia a los cambios aun cuando estos sean positivos para ellos mismos. Hasta Cristo necesito de un «cirineo». Toda tropa en un nuevo campo de batalla necesitará, para vencer, de la ayuda de exploradores y hasta de ex aliados al enemigo momentáneo.

Según la tesis del eminente profesor Lacki -resume el redactor- el agricultor necesita «saber producir con eficiencia, comprar insumos de manera racional, incorporarle valor a sus productos ni comercializar con menos intermediarios..y como si fuera poco también tienen que saber administrar correctamente sus empresas».

Al parecer el malo de la película es el infeliz agricultor que además de no disponer de financiamiento blando ni contar con una asesoría mas adecuada a los tiempos de cambios obligados pero necesarios que les azotan. Ellos, además, tienen que contar y vencer sin las armas adecuadas a las incertidumbres propias del sector agropecuario, bioacuático y forestal propios de los países subdesarrollados.

En verdad, donde Lacki acierta 100% es cuando señala que «el origen de estas ineficiencias se encuentra en la falta de conocimiento». El problema esta en saber de quien, si de los agricultores o de quienes los han guiados desde siempre para saber superar su ineficiencia. A quien debemos atribuírsela? Sólo al agricultor? Porque no buscarla también en los demás los responsables del fracaso? Porqué no reestrenar a la burocracia que solo saber repetir las viejas formulas del balaguerismo ausente?

Como atribuir a los agricultores la culpabilidad de reproducir las ineficientes soluciones del supuestas estabilizaciones artificiales de precios o de simples reparticiones individuales de predios sin planes y con financiamiento duro sin garantía real? Y no me estoy refiriendo a los agricultores pequeños. Me refiero a la gran mayoría, que debieran condecorarse masivamente por el solo hecho de no haber abandonar el campo todavía. Hablo también de los medianos y de los grandes agroempresarios que también necesitan de una guía idónea capaz de mostrarle y darle herramientas efectivas además del simple conocimiento.

La verdad es que la culpa es de todos y de nadie. De todos los que han sido o son responsables del sector, tanto publico como privado dominicanos. Sera Fuenteovejuna?

La verdad es que la respuesta siempre está frente a nosotros. Lo que pasa es que los latinos todos tenemos el tapón de la champagne. Quien no lo crea que le pregunte a los otrora pujantes argentinos o a los todopoderosos bolivarianos de antes y de ahora.

Nota: El suscrito aplico todas las recomendaciones del profesor Lacki a los campesinos agricultores de los Haities mediante su organización, el MCCU, que dirige Francisco Santos y la cooperación del INFOTEP. El resultado ha sido nulo hasta la fecha. Siempre falta la voluntad decidida y el conocimiento de buena fé por parte de la burocracia administrativa estatal.

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