LILY LUCIANO
La merienda es una ingesta que aparentemente es considerada exclusiva de los escolares y no se le concede la importancia que realmente se merece. Sin embargo, esta comida matutina supone un importante aporte nutritivo.
Una merienda para cada día
Lunes, inicio de semana, es recomendable que los pequeños tengan una merienda ligera. Puede ser a base de cereales, yogur o alguna fruta. El martes, puedes optar por algún puré acompañado de huevo o queso y el zumo de alguna fruta. Miércoles, mitad de semana, incluye en la merienda de tus pequeños pan tostado y leche, no olvides que en cada merienda debes incluir por lo menos medio litro de agua diariamente.
El jueves, puedes prepararle a tu pequeño una avena o harina con el sabor favorito del niño. Puede ser chocolate. También se puede optar por frutas picadas en trozos, jugos naturales o una rica gelatina con el sabor favorito de los más pequeños de casa.
El viernes, antesala del fin de semana, prepárale a tu hijo una rica y divertida merienda, tomando en cuanta su gusto, puedes optar por algunos trozos de jamón con galletas y un jugo natural. Trata de evitar los alimentos que contengan preservantes y altos en grasas.