Una salida
A Cartagena

 <STRONG>Una salida<BR></STRONG>A Cartagena

La cita era para tratar un asunto muy serio: la Agenda Afrodescendiente en Las Américas. Y qué bien, cuánto aprendimos en esos días, multiplicidad de voces autorizadas hablando de un tema doloroso: el racismo y la discriminación.

 Lo bueno es que se establecieron opciones para que cada país aporte algo para subsanar la situación.

 Lo otro,  es que el trabajo no impide que se disfrute  la ciudad, máxime si se está en una ciudad “vendida” desde antaño como un verdadero paraíso terrenal. Y también lo es en términos de gastronomía, muchos de sus platos se cocinan con coco, y hay muchos dulces derivados del mismo.

Una de las cosas más llamativas de Cartagena, en comparación con el de Bogotá, es su clima que oscila entre los 26 y 40 centígrados de temperatura.  O sea, caliente y húmedo.

Una ciudad musical en la que bien conviven la tradición vallenata con una alta cultura rumbera y sonera.

En las afueras de esta ciudad, se encuentra un asentamiento negro, muy importante en América, es el Palenque.

El proyecto de desarrollo de esta comunidad celebra que esta pequeña comarca haya sido declarada Patrimonio Intangible de la Humanidad.

Lo hacen con sus bien elaborados dulces, sus bailes, sus cantos y su gran vinculación con los organismos e instituciones que apoyan las iniciativas de las minorías.

La vid, colorida, alegre y desenfada se asoma a cada paso en sus vías.