Soy cómplice eterna de todo lo que sirva para acrecentar el orgullo de los dominicanos y en este sentido quiero expresar mi solidaridad a Ángel Muñiz por su reciente trabajo cinematográfico Ladrones a Domicilio.
Cuando la vi, me sentí feliz, por ver el tipo de cine que era necesario se hiciera en el país. Un cine que nos retrate de cuerpo entero, aunque duela o moleste.
Mientras la veía y me sonreía con la gracia y la profesionalidad de Manolo Ozuna, Juan María Almonte y el resto de los actores, pensaba en Junot Díaz.
Encontré una coincidencia de esas que no se devuelven. Una que además me trae a la cabeza a un tercer artista del parnaso dominicano: Waddys Jáquez.
Ellos tres, sin excepción, están conformando artísticamente la realidad del conglomerado social, cultural y sociológico de los dominicanos.
Esta semana en que celebramos que Alfaguara haya puesto a disposición del público La breve y maravillosa historia de Oscar Wao, hacemos además un llamado a comprarla, a leerla y a evaluar nuestras actuaciones a partir de su retrato.
También queremos exhortar a que seamos solidarios con la cinematografía dominicana, evitando comprar Ladrones a domicilio o cualquier otra película de nuestros sacrificados cineastas a los piratas. Tengamos el valor de ir al cine. De aplaudir y evaluar el trabajo serio y comprometido de Ángel Muñiz.