UNA SALIDA
De tierra y mar

<STRONG>UNA SALIDA<BR></STRONG>De tierra y mar

Confieso que he divagado sobre esta columna excesivamente. Primero porque tenía muchas ganas de contar mi viaje a Mayagüez, Puerto Rico en Ferry (maravilloso, me encantó navegar) y confesar la tristeza que sentí al pensar en mis compañeros de patria que son capaces de exponer su vida en el Canal de La Mona en yolitas que ante este barco equivaldrían a barquitos de papel.

Pero la verdad es que me sentí feliz, que no me maree y que el orgullo dominicano se hizo presente ante la gran presencia de nuestra cultura musical -y muchos empleados y artistas-, en ese espacio al que acuden personas de todas las nacionalidades.

Más tarde, un viaje, el natural a mi pueblo Monte Plata, tomó visos de acontecimiento cuando éste consistió en un recorrido por la provincia  al lado de mis compañeros acroartistas y del senador y gran amigo, Charlie Mariotti y su esposa Margarita Paz.

Es que tal y como sostienen muchos de los que nunca habían ido y lo calificaron “como el mejor paseo de Acroarte”, para nosotros fue descubrir una realidad distinta, hermosa y progresista.

Renovado el orgullo pueblerino, tengo que confesar que pasé una excelente velada en la casa del francés Joan Giacinti, quien le ofreció una exquisita cena a Michelle Rodríguez en la que tuve el placer de reencontrarme con José Miguel Bonetti y su esposa Mary, con Alfonso Rodríguez Juan Delancer , Juan Fernández,  Celinés Toribio y Henry Hebrard…

Publicaciones Relacionadas

Más leídas