Hoy 
Resulta que cuando una o más personas se destacan en el mismo rol, siempre se despierta -o lo provocan-, un ambiente de competencia que termina enfrentándolas.
Gracias a Dios, ese caso no se ha dado en muchas de las primeras figuras del arte del país y tenemos artistas que pueden compartir la estelaridad de la pantalla y la hermandad en la cotidianidad de sus vidas.
En ese orden podemos colocar a Jatnna Tavarez, Milagros Germán y Tania Báez, quienes han sabido asumir sus roles sociales sin caer en el facilismo del enfrentamiento mediático. La razón de esta columna es felicitar el estreno del espectáculo en conjunto que nos entregan dos de ellas hoy y mañana en la Sala Principal del Teatro Nacional.
Ese sentido de unidad que las (a dos de ellas) juntarse para demostrar otras facetas de su talento artístico es el que las ha mantenido ensayando durante más de seis meses. Lo que Waddys Jáquez y ellas pongan en escena dará de qué hablar en los próximos días, lo de ahora, es incitar a que el teatro se llene.
Porque aunque el divato ha estado de moda en el país, no ha sido en los mejores términos.
Lo que se concede como título a la labor de toda una vida, al encanto y al talento femenino, muy pocas mujeres lo reciben. No todas, sino las justas. Y lo de Diva nadie se lo ha cuestionado a Milagros y Tania, esta última, una vez pidió que no la incluyeran en la lista, sobre todo cuando se hablaba de megas. Pero, ahora, sí. Tania, Diva. l
