Con gran estoicismo hemos soportado todo tipo de imputaciones, cuestionamientos y calificaciones como presidenta de Acroarte. Unas por las propuestas que hemos hecho al Comité Ejecutivo primero y, luego, a la asamblea y otras por iniciativas válidas que no han gustado a otros. Algunas no han prosperado, es verdad, no porque constituyan un desacierto, sino porque los seres humanos nos resistimos mucho a los cambios.
En todo caso, nunca hemos salido, a dilucidar públicamente los temas internos de la institución, en el entendido de que como cabeza, debo asumir lo que la mayoría, en asamblea, decida.
Muchas veces hemos dejado pasar ofensas y malentendidos, porque la idea no es la de mantener una disputa pública con los propios compañeros de oficio y de gremio.
Acroarte cumple en el 2009 un cuarto de siglo entregando los Premios Casandra, 23 de ellos con el patrocinio y la co-titularidad de la Cervecería Nacional Dominicana. Todos ellos, con la aprobación y la complicidad del pueblo, con la crítica ácida y expectante de los que hacen opinión pública, con el apoyo, el cariño y la emoción -dependiendo del momento-, de los artistas. Hemos ido bien… es cierto, pero podemos ir mejor, siendo más incluyentes y en ese sentido, dos soberanos no sería un relajo, sino una forma de cumplir con los artistas de siempre, sin incumplir con los que tengan la verdadera trascendencia del año. El Comité lo percibe así, ojalá así sea!