Cada vez que se entregan los listados con los nombres de los nominados de los Premios Casandra, el revuelo que causan las voces que se levantan a protestar, es tan alto y encuentra tantos reproductores, que apaga las de los que fueron nominados o tomados en cuenta.
Pero la verdad es que ambos, los que fueron nominados, y la gran mayoría de los que se quedaron, si fueron tomados en cuenta y evaluados, pero no se pudieron alzar con la nominación.
Las razones son muchas y distintas. Por ejemplo, algunas se pueden quedar porque tras ser evaluadas, no alcanzaron a sus rivales.
Otras que tras ser evaluadas, si llegaron a ser presentadas a la asamblea, sometidas a debate y a votación. Y fue aquí donde se quedaron, con una minoría de votos en relación a otros u otras.
Cuando se publican los listados se reciben llamadas con insultos, descalificaciones y reacciones airadas de distintos destinatarios.
Nunca o casi nunca -tal vez uno o dos casos-, recibimos una llamada de un nominado para decir la palabra mágica: gracias.
Es difícil, muy difícil, establecer el premio del ego. Cada uno lo tiene y cada uno lo merece. Nosotros dentro de las limitaciones del medio, intentamos hacer lo mejor, sirviendo de estímulo a la creatividad y la competitividad.
Cada uno en su caso, ambiente, preparación. NO siempre lo logramos, pero en Acroarte las voluntades trabajan para superarse. Amén.