Una secretaria  2006 se viste…

Una secretaria  2006 se viste…

POR ROSARIO TIFÁ
El vestuario tiene diferentes facetas en el universo de la moda, que debemos conocer bien para no exhibir una figura chocante con cualquiera de las realidades que se presenten en nuestro accionar como seres humanos. Sobre los que trazan la moda internacional cae tan importante responsabilidad, quienes cuidan desde antaño cómo establecer diseños acordes a cada ocasión y temporada.

Tres condiciones esenciales se han establecido: moda formal que incluye gala y gran gala; informal o casual y deportiva, todas con sus reglamentos marcados para un buen desenvolvimiento del quehacer cotidiano.

Traemos estos datos a colación con motivo de celebrarse el próximo miércoles 26 el Día de la Secretaria, una fecha tradicional en la cual los/las “Jefes” distinguen con un presente el trabajo arduo que realizan estas trabajadoras.

A partir del momento en que se delimitaron las funciones a las secretarias, se les sugirió asistir a la oficina vestida en una forma muy austera, con la clásica chaqueta o saco, una holgada falda debajo de las rodillas realzada con una blusa que generalmente era blanca, tacones gruesos y un ligero maquillaje.

Estas esforzadas trabajadoras cumplían al pie de la letra con este requerimiento, pero a medida que cambian los tiempos, nuevos ingredientes se han agregado a un vestuario excesivamente reservado.

Nuevas líneas de diseños refrescantes aparecen para una moda empresarial, que se pueden realzar con un pantalón holgado, una bufanda o elegante collar, un broche y un zapato de taco de grosor promedio.

También oferta ese mercado las faldas un poquito sobre las rodillas, una camisa con mangas largas, algunas con el puño volteado para conferirle una mayor elegancia, un cómodo y fresco t-shirt listo, para complementar la chaqueta o por qué no, un clásico vestido para variar de vez en cuando.

Los colores más apropiados, por sobriedad de la labor desempeñada, son crema, negro, azul oscuro o noche, verde bosque o en todo caso aceitunado.

 Las telas variarán según el clima y entre éstas se pueden citar casimir, lana, dril, lino y mezcla de algodón. Jamás un jean que es fabricado con denim, una textura muy fresca pero inapropiada para el momento.

Las blusas generalmente en algodones y seda son las favoritas por la frescura de su textura para acompañar a un vestuario que ya no es tan conservador como antes.

Los colores de la blusa o del t-shirt, son variados, entre los cuales podemos citar rosado, blanco, amarillo, en rayas, cuadros, lisos, estampados de pequeñas flores o bolas, todo acorde con el tono de la prenda.

Los collares de una o dos vueltas son los más adecuados para exhibir estas prendas acompañados de aretes de un tamaño no muy exagerado o una elegante bufanda.

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