Un país libre de analfabetismo, o al menos con un índice mínimo de éste, es un país que tiene todas las posibilidades de ganarle la “batalla” al subdesarrollo, ya que sus conciudadanos cuentan con las herramientas básicas para emprender en lo que se propongan, tanto de manera individual como colectivamente.

Una persona que no sabe leer ni escribir es alguien a la que se le podría considerar o calificar como “ciega”, con limitaciones, específicamente para su desenvolvimiento en la sociedad.

Por lo dicho anteriormente es que desde hace más de un año, justamente desde enero de 2013, República Dominicana está inmersa en un proceso de reducción del analfabetismo a través del plan Quisqueya Aprende Contigo, una iniciativa de la Presidencia de la República que cuenta con el respaldo de otros sectores de la sociedad.

A propósito de celebrarse hoy el Día Mundial de la Alfabetización, consideramos justa y oportuna la ocasión para aterrizar esta festividad investigando un poco cómo vamos en cuanto a la meta creada por el Gobierno de reducir a menos de un 5 % la tasa de analfabetismo al 31 de diciembre de este año 2014.

Para ello conversamos con el doctor Pedro Luis Castellanos, director general de Programas Especiales de la Presidencia (DIGEPEP) y coordinador del Equipo Técnico Nacional de Alfabetización.

Castellanos nos recibió con rostro de satisfacción en su despacho de las Oficinas Gubernamentales Juan Pablo Duarte, informándonos que República Dominicana celebrará este Día Mundial de la Alfabetización de una manera “diferente, especial, regocijados, porque se encaminan a llegar a la meta creada por el plan nacional de alfabetización Quisqueya Aprende Contigo, que es llegar a la cifra de 851 396 adultos alfabetizados al concluir este año.

Indicó que de esa cantidad, según la base de datos de inscritos, al 29 de agosto pasado ya se habían registrado 658 418.

“Aún nos faltan más de cien mil por registrar en el programa, pero lo vamos a lograr”, afirma Castellanos, quien informa que en principio la estrategia del plan para captar a los adultos analfabetas en el país, que en ese momento era de un 13 %, según el censo nacional de 2010, inició con el llamado a través de campañas publicitarias en los medios de comunicación.

Posteriormente, tratando de atraer a esas persona no registradas, en abril pasado utilizaron el slogan “que nadie se quede fuera”, introduciendo una nueva estrategia en la que los alfabetizadores voluntarios visitarán casa por casa tratando de integrar a los que no habían acatado el llamado.

El director general de Programas Especiales de la Presidencia dijo que ahora vienen con una estrategia mucho más fuerte, que podrán en ejecución en los próximos días, y que está enfocada en brindarles una segunda oportunidad a los que, por diferentes causas, aún no se han inscrito.

“El país no va a fracasar en este intento y la alfabetización en adultos será histórica. A través de este programa nos hemos dado cuenta de la cantidad de talentos que teníamos”.