Semana Santa es tiempo de reflexión, de ponerse en comunión, de recogimiento espiritual, de recapacitar sobre los sacrificios que Jesús hizo por la humanidad.

Pero si usted es de las personas que les gusta irse de vacaciones para la playa, el campo o la montaña en este tiempo de asueto, sea prudente y no se exceda con los alimentos, las bebidas  o la exposición al sol, porque luego sufrirá las consecuencias.

¡Vivir! consultó la opinión de un  especialista para que nos hable sobre los peligros de los excesos en cuanto a la alimentación y la ingesta de bebidas alcohólicas.

El cuerpo humano está preparado para hacer cuatro y cinco comidas diarias para que el volumen ingerido en cada una no sea el mayor si no el biológico que cada quien necesita, según nos explica el doctor Néstor Medrano, gastroenterólogo, endoscopista del Centro Dominico-Cubano.

Cuando una persona excede  la cantidad de comida que debe comer, lo que comúnmente se conoce como gula, el individuo se está pasando de lo normal y cae en la abundancia y le puede sobrevenir una indigestión, expresó el galeno.

Comer comida mal almacenada, contaminada por bacterias, gérmenes, parásitos,  virus o toxinas, es peligroso porque estos agentes  son los causantes en cada caso particular de  intoxicación por alimentos que son tan frecuentes en estos días, dijo.

Indicó que todo lo que tiene que ver con la ingestión indiscriminada de  algo que altere el correcto funcionamiento de tu cuerpo es lo que se llama intoxicación.

“Esto es lo que puede suceder con el alcohol tal cual tiene  ritmo de degradación y cuando se toma  en cantidades que supera  la capacidad de degradación del mismo, entonces los efectos normales  se van a sobreponer y se van imponer en el individuo que lo ingiere y esto es lo que lleva a la intoxicación alcohólica”, manifestó.

Tiene varios efectos secundarios como son la inhibición el miedo de las personas, la somnolencia, que en muchos casos es la mayor causante de accidentes; la depresión del sistema nervioso central puede que sea donde ejerce sus mayores efectos el alcohol.

En cuanto a los daños orgánicos de esa bebida, citó la gastritis erosiva por el contacto del alcohol, la inflamación del hígado, cirrosis hepática entre otros daños, agregó el especialista.

El doctor aconsejó que  las personas, para no sufrir de una indigestión cuando están en la playa, deben esperar por lo menos dos horas después de la comida antes de meterse en el agua, se debe comer ligero. 

Qué hacer

– Comer comidas ligeras ya que se digieren más fácilmente.

– Respete los horarios de exposición al sol

–  Beba mucha agua, el calor tiende a hacer que la persona transpire mucho y el cuerpo se deshidrate fácilmente.

–  Use ropa fresca

– No ingiera más alcohol de lo que su cuerpo puede degradar.

–  No coma en exceso más de lo que es necesario y no ingiera comidas mal guardadas o que dude de su higiene.

–  Tenga cuidado con los alimentos que  venden en las playas.