Una Serie Mundial muy reñida

Una Serie Mundial muy reñida

SAN FRANCISCO. Con la Serie Mundial de béisbol tan reñida como se puede esperar entre dos equipos comodines que no dan ni piden tregua, los Gigantes han acudido a ciertos trucos, como mojar de más el terreno y permitir que las inevitables gaviotas de San Francisco lleguen en su auxilio en los últimos innings.

El duelo al mejor de siete partidos está empatado a dos victorias por bando, luego de que los Gigantes apalearan la noche del sábado a Reales de Kansas City por 11×4, el marcador con mayo diferencia hasta el momento.

Los Gigantes venían de dos derrotas consecutivas y tenían que ganar a toda costa este cuarto juego para no verse contra la pared en el quinto partido este domingo.

Para algunos jugadores de los Reales no fue casualidad que en el tercer partido -que terminaron ganando 4×3-, el terreno estuviera excesivamente mojado, especialmente la zona de primera base. «Quizás el encargado de mantenimiento se quedó mirando a todos los fanáticos de los Reales en ese rincón y se olvidó», dijo con ironia el mánager de los Reales, Ned Yost. «Me pareció que se les fue la mano mojándolo».

Kansas City fue el equipo que más bases robó en el campeonato. Lideró la temporada 153 estafas y en sus primeros cinco juegos de playoffs robó 13 almohadillas. Pero en esta Serie Mundial no ha podido robar ninguna hasta el momento.

En la paliza del sábado, la lluvia vino en auxilio de los Gigantes, cuando se jugó bajo un intermitente y fino aguacero buena parte del encuentro.

«Estaba particularmente mojado ayer, y cuando está así uno tiene que correr con cuidado. Correr sin hacer movimientos bruscos y eso te resta explosividad para robar bases», reconoció el veloz jardinero de los Reales Lorenzo Cain.

Las gaviotas de Hitchcock ayudan a los Gigantes – No es coincidencia que cuando Alfred Hitchcock filmara en 1963 su thriller «The Birds» (Los Pájaros), lo hiciera al norte de San Francisco. La zona abundaba tanto de gaviotas que no costó trabajo hacer las escenas de ataques a los transeúntes. Con sólo echarle un poco de comida en el piso las aves se precipitaban a tierra.

Habitualmente, las gaviotas aparecen al final de los juegos nocturnos desde que en el 2000 se inauguró el estadio ATT Park en la Bahía de San Francisco.

Con una precisión que tiene asombrado a los biólogos, las aves suelen aparecer siempre sobre los últimos innings de los partidos nocturnos, esperando hasta el out 27 para lanzarse en picada al terreno y las gradas en busca de los restos de comida tirados por la gente. «No me preguntes cómo, sólo saben cuando llegar.

Vienen siempre con dos outs en la novena entrada y ahí están», dijo el locutor de los Gigantes, Mike Krukow. Y mientras revolotean sobre el estadio, dejan caer sus excrementos sin el menor recato. Esto, y la posibilidad de que un plumífero interfiera en una jugada, venía preocupando a los directivos de los Gigantes, que han estado buscando soluciones humanitarias para espantarlos.

La ley federal prohíbe matar a tiros a las gaviotas. Otra ley municipal prohíbe arrojarles comida en lugares públicos. «La solución más efectiva hubiera sido contratar un cetrero, cuyos halcones ahuyenten a las gaviotas, lo que costaría 8.000 dólares por encuentro», dijo a la prensa Jorge Costa, gerente de operaciones de los Gigantes.

Pero la preocupación mayor de los directivos del equipo californiano es que uno de esos depredadores mate a una gaviota frente a las cámaras de TV. «No queremos nada que parezca inhumano. Pero no es un problema de facil solución», añadió Costa.

Lo cierto es que, según algunos fanáticos, cuando las gaviotas aparecen, los Gigantes ganan. El viernes, cuando perdieron, los pájaros no llegaron a tiempo al estadio.

Pero el sábado comenzaron a sobrevolar el parque desde el séxto inning, cuando los Gigantes hicieron un racimo de tres carreras que rompió el empate 4×4, para facturar otras cuatro anotaciones en el séptimo y ganar por paliza de 11×4.

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