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NUEVA YORK (AP) _ Con Manny Ramírez, David Ortiz y demás compañía, los Medias Rojas de Boston, irán por su segundo campeonato en cuatro temporadas, pero deberán vérselas con unos Rockies de Colorado, que debutan en la Serie Mundial en la cresta de la ola de una racha de 21 victorias en sus últimos 22 juegos.
Pero no espere que los Rockies, pese a su falta de experiencia en un Clásico de Otoño, se dejarán intimidar por el Monstruo Verde.
En junio pasado, mucho antes de la impresionante racha de triunfos que los cargó a coronarse campeones de la Liga Nacional, los Rockies llegaron a Boston y se llevaron dos de tres partidos ante los Medias Rojas, con un resultado combinado de 20-5.
Colorado le propinó la primera derrota de la temporada a Josh Beckett, Garrett Atkins conectó un jonrón con las bases llenas y Jeff Francis efectuó una magnífica apertura.
Así las cosas, los Rockies no tienen motivos para arredrarse frente a los campeonos de la Liga Americana.
Ahora, el escenario será otro, el más importante del béisbol de Grandes Ligas, cuando la Serie Mundial abra fuegos la noche del miércoles en el Fenway Park.
Podrían verse algunas bolas de nieve junto a las rectas y curvas que Curt Schilling y Manny Corpas tienen en su repertorio de pitcheos.
«He jugado hockey en la calle en Canadá», recordó Francis, el as de la rotación de Colorado. «Ustedes creen que algo de nieve me va a afectar?».
Los Rockies quisieron practicar el domingo en su estadio Coors Field, pero una tormenta de nieve obligó a sus bateadores hacerlo bajo techo. No obstante, el pronóstico del clima asoma como agradable para el resto de la semana en Denver, donde la serie se trasladará a partir del sábado con el tercer juego.
Boston es también una ciudad donde hace frío esta parte del año.
«Ahí sí se hace frío, en el Este lo sientes más», dijo el inicialista de los Rockies Todd Helton. «No nos importa. Estamos en una Serie Mundial. El clima no es cosa que nos quita el sueño».
Troy Tulowitzki, Kaz Matsui, Ubaldo Jiménez y los demás Rockies generaron poca audiencia de televisión en Estados Unidos en las dos barridas que lograron en los playoffs de la Liga Nacional.
La atención seguramente aumentará, con mucha gente pendiente a ver si Colorado será capaz de seguir encendido con su racha de victorias.
Los Rockies extendieron por sexto año la presencia de un equipo ganador del wild card en la Serie Mundial.
Boston ganó el campeonato en 2004, acabando con una sequía de 86 años sin el máximo título.
«Somos los mismos del ’04. Eso es lo que ha mantenido igual de bien el nivel de este equipo. Nos mantiene a todos con una actitud relajada y siempre con fe», dijo el gerente general Theo Epstein. «Los Rockies están inmersos en una racha mágica y vamos a tener las manos llenas».
El Coors Field, estadio famoso por ser un paraíso para los bateadores, albergará la serie el próximo fin de semana. El séptimo juego, debido a un programa armado para satisfacer a la televisión, está pautado para el 1 de noviembre en Boston.
Hace un mes, la posibilidad de una serie Rockies-Medias Rojas era algo totalmente remota.
A un strike de quedar eliminados en el último fin de semana de la campaña, los Rockies se presentarán el miércoles con una racha de 10 triunfos consecutivos.
Al barrer a Filadelfia y Arizona, los dirigidos por Clint Hurdle se tomaron un descanso récord de ocho días previo a la serie.
Los Tigres de Detroit tuvieron seis días de para el pasado otoño y lucieron fuera de ritmo al sucumbir ante San Luis.
«Mucha gente me ha advertido sobre el largo descanso de los Tigres», declaró Hurdle. «Si uno tiene una perspectiva positiva, entonces encontrarás cosas positivas. Si se busca lo malo, entonces te saldrá lo malo».
Boston accedió a la Serie Mundial tras ganar el banderín del Este, barrer a los Angelinos de Los Angeles en la primera ronda y finalmente con una remontada de un 3-1 en contra sobre Cleveland en la serie de campeonato de la Americana.
