Una silla vacía en la ceremonia de entrega del Nobel de la Paz

Una silla vacía en la ceremonia de entrega del Nobel de la Paz

OSLO, (AFP) – En ausencia del laureado, que sigue preso en China, una silla vacía reemplazará simbólicamente el viernes al disidente Liu Xiaobo en la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz, acontecimiento que divide a la comunidad internacional, presionada por Pekín.  

En su historia más que centenaria, el Nobel de la Paz no había podido entregarse hasta ahora al laureado o a su representante más que una vez, en tiempos de la Alemania nazi, cuando el pacifista Carl von Ossietzky, preso en un campo de concentración, no pudo trasladarse a Oslo en 1936. 

  «Una silla vacía será algo impresionante. Esto recalca la pertinencia de la elección del Comité Nobel este año, y aclara la situación de los derechos humanos en China», declaró a la AFP el director del Instituto Nobel, Geir Lundestad. 

  Liu Xiaobo, ex profesor de literatura de 54 años de edad que fue una de las figuras del movimiento democrático de Tiananmen en 1989, fue condenado en diciembre de 2009 a 11 años de prisión por «subversión del poder del Estado» por haber sido uno de los redactores de la «Carta 08», texto que reclama la democracia en China.  

«Soy consciente desde hace tiempo de que cuando un intelectual independiente se rebela contra la autoridad de un Estado autoritario, el primer paso hacia la libertad impone a menudo pasar por la cárcel», dijo Liu poco después de ser condenado. «Paso por eso ahora y la verdadera libertad está tanto más próxima», agregó. 

El otorgamiento del Nobel a Liu Xiaobo fue sumamente mal recibido por el gobierno chino, que lo considera un «delincuente» y que, después del anuncio, puso a su esposa Liu Xia en residencia vigilada.  

 «No cambiaremos debido a la injerencia de algunos payasos», declaró el martes la portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores, Jiang Yu.  

 China, segunda potencia económica del mundo, presionó para que los embajadores acreditados en Oslo, tradicionalmente invitados a la ceremonia de entrega del Nobel de la Paz, no asistan a la misma.   Diecinueve países, entre ellos Rusia, Cuba, Venezuela, Irak, y por supuesto China, rehusaron la invitación, según el Instituto Nobel.   Pero otros 44 la aceptaron, entre ellos los países miembros de la UE, Estados Unidos, Japón, India, Corea del Sur y Brasil.

 «China ha realizado grandes progresos económicos, pero los gobierno no deberían dejarse hipnotizar por el crecimiento económico chino», estimó Sam Zarifi, alto dirigente de la organización Amnistía Internacional. 

 En China, las autoridades hicieron todo lo posible para impedir que los opositores viajaran a Oslo.   No obstante, varios disidente exiliados asistirán a la ceremonia.   Además de la silla vacía, una foto y uno de sus textos, que será leído por la actriz noruega Liv Ullmann, representarán simbólicamente a Liu Xiaobo en la ceremonia.   Amnistía Internacional convocó a una manifestación el jueves delante de la embajada china, y tratará de entregar una petición de apoyo al laureado firmado por decenas de miles de personas.  

 Noruega ha sufrido ya las consecuencias de la ira china, pese a que argumentó que el Comité Nobel es independiente pese aunque sus cinco miembros sean designados por el Parlamento.  

En represalia por el Nobel, China anuló varios encuentros bilaterales previstos y congeló un acuerdo de libre intercambio.  

Los otros cinco premios Nobel 2010 (literatura, medicina, física, química y economía) serán entregados el viernes en Estocolmo.  

El escritor peruano Mario Vargas Llosa, laureado con el premio de Literatura, declaró el miércoles en conferencia de prensa dada en la capital sueca que la atribución del Nobel de la Paz a Liu es «magnífica», y recalcó que el disidente lucha contra una «dictadura» que «castiga con gran ferocidad toda forma de crítica o disidencia».  

Publicaciones Relacionadas

Más leídas