Una situación económica fácil

Una situación económica fácil

«Calderón: ven y explícale lo que vamos a hacer en ese renglón», la frase aún resuena en el oído de los dominicanos. Corría el año 2000 en plena campaña electoral cuando el entonces candidato a la Presidencia de la República decidió acudir a un programa de televisión en donde un grupo de periodistas cuestionaba a los aspirantes al cargo público sobre sus planes de gobierno.

El candidato opositor en ese tiempo, al parecer se encontraba mejor que viniera su colaborador y explicara lo que se le había preguntado, algo similar a lo ocurrido en el 2004. El mismo candidato en lugar de reclamar a Calderón, llevó un documental con sus realizaciones, que finalmente no convenció.

Desde ese entonces el Licenciado Rafael Calderón, hombre de comportamiento apacible y tranquilo, se convirtió en el personaje parachoques del gobierno.

Primero desde la Secretaría Técnica de la Presidencia y luego de Finanzas el sociólogo Calderón salía en defensa de su presidente y el gobierno no importa si debía recurrir a los argumentos más controvertidos, al parecer su tarea era la defensa antes un gobierno con una pobre vocería.

En estos cuatro años, que felizmente concluirán el 16 de agosto, se recuerdan muchas de esas participaciones del afable Rafael, como aquella defensa que hizo a su amigo José Miguel Ventura Asilis, presidente del Consorcio para el Desarrollo Ferroviario Nacional, empresa que tenía a su cargo la construcción y administración de un sistema de tren de carga y de pasajeros que conectará a Haina con Santiago, preso y sentenciado en Puerto Rico por soborno. Por igual una polémica pública con el primer director de la AMET en el gobierno de turno por un contrato para financiar la compra de vehículos a empresas locales.

En la memoria tenemos sus declaraciones ya como Secretario de Finanzas significando que no había recibido notificación oficial del Fondo Monetario Internacional (FMI) ni de los bancos Interamericano de Desarrollo (BID) y Mundial (BM), en que objeten la negociación del Gobierno con Unión Fenosa para la compra por parte del Estado de las distribuidoras del Sur y del Norte, decisión que el tiempo demostró creó el primer rompimiento de las negociaciones con el FMI.

Sin embargo ahora sin que se hiciera público el llamado de: «Calderón explica eso», Calderón ha dicho que en términos financieros las autoridades que asumirán el próximo 16 de agosto encontrarán una situación económica fácil, pues el gobierno está logrando recaudaciones record. Dijo que en estos momentos el superávit de la cuenta corriente de la economía dominicana es de 5% sobre los gastos, uno de los más altos de los últimos tiempos.

Evitando polemizar, Temístocles Montás de la Comisión de Transición del Partido de la Liberación Dominicana y aliados le enmendó la plana significando que las informaciones y datos que están recibiendo revelan que la situación financiera del país no es tan halagüeña como afirma el sosegado amigo.

Real y efectivamente ha habido un incremento de los ingresos del gobierno, pero si comparamos el dato con la tasa de inflación no es para ilusionarse.

Lo que en realidad tenemos es un país «técnicamente quebrado», situación que se expresa en una pérdida del poder adquisitivo del dominicano. Estado que se manifestaba en la encuesta realizada para las pasadas elecciones. Se han caído las ventas y la carestía es extraordinaria.

Revisando los numeritos oficiales encontramos un balance al final del 2003 con Producto interno bruto de menos 3%; Inflación de 42.6%, tipo de interés de 40%; endeudamiento gubernamental con la banca local de RD$18,252 millones; endeudamiento externo de US$7,564 millones; incremento al 52.7% de la deuda pública en relación PIB; mucho más impuestos; convertidos en «malapagas»; degradados como destino de inversiones por reconocidas entidades calificadoras de riesgos. De ñapa le teníamos reservados la inestabilidad de la tasa de cambio y el problema energético.

Hemos retrocedido a la década de los ochenta. Los dominicanos hemos disminuido nuestros ingresos. Ahora somos más pobres. Pero el tranquilo y sosegado Calderón nos dice que Leonel recibirá una situación económica fácil. En la transición el PPH habrá de hacer lo que no pudo en cuatro años. De verdad que el papel lo aguanta todo.

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