Una sociedad creativa en el mundo de la moda

Una sociedad creativa en el mundo de la moda

POR ROSARIO TIFÁ
Empezaron a crear bocetos inspirados en una mujer sexy, sofisticada,  femenina, cuando decidieron inscribirse en la escuela Altos de Chavón y estudiar diseño de moda. Oriett Domenech y Juan Manuel Jiménez han decidido continuar trabajando juntos con una carpeta de proyectos que se proponen ejecutar como diseñadores de moda, en un mercado que definen muy rico y en el cual la mujer tiene un gran protagonismo.

Luego de participar en el concurso organizado por Autozama, promovido por la firma Mercedes-Benz y la revista Vogue en Español, con una incidencia positiva, han tomado nuevos bríos para fortalecer su carrera con la presencia en varios espacios  de la moda.

Se identificarán con el sello “Domenech-Jimenéz” en toda la trayectoria de su trabajo, que comenzará con pequeñas producciones, desfiles de moda  y un contacto personal como forma de ir penetrando a ese importante escenario.

Ambos están de acuerdo en el gran impacto que ha creado la moda internacional con la mezcla de tendencias. “Estamos en el mejor tiempo porque ahora se está usando de todo, no hay limitaciones, se han incluido estilos desde los años 20 hasta el 2000. La moda no está esclavizada a una determinada tendencia”.

Entienden que ese eclecticismo que se ha adueñado de la moda, favorece que los diseñadores tengan una mayor creatividad y una máxima potencialidad de posibilidades para ser aplicada en cualquier momento.

Explicaron que en estos momentos de enriquecimiento del vestuario no existe tampoco diferencia de telas, como son las mezclas de algodones, denim y otros tejidos con el brillo que se llevan a cualquier hora del día.

Los bordados en pedrerías, los canutillos, mostacillas y lentejuelas que tradicionalmente se han adueñado de las noches, reflejan la majestuosidad y glamour que adornan a la mujer moderna.

Una mujer que –según dicen– puede lucir una elegante sandalia, biquini, una túnica en chifón o cualquier otra pieza a mediodía sin que esto la lleve a sentirse ridícula.

Sustentan su criterio en que el brillo básicamente es luz y es precisamente la aspiración de una mujer, sentirse admirada y respetada en cualquiera de los escenarios donde asista.

Domenech-Jiménez expresan que desean llevar sus proyectos no sólo al diseño de ropa, sino extender esta creatividad hacia otros elementos como son carteras, zapatos, joyas y accesorios.

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