Una solución al transporte colectivo en Santo Domingo

Una solución al transporte colectivo en Santo Domingo

Cuando las arterias de una ciudad resultan insuficientes para recibir la corriente vehicular en circulación, solo existe una solución: demoler las edificaciones en las zonas de la urbe que pueda ejecutarse ese tipo de trabajo y ensanchar las calles y avenidas que lo requieran para obtener el desahogo del volumen de tránsito o crear nuevos planos por debajo de la superficie de la tierra (tren subterráneo) o por encima de las calles al nivel que sea requerido. Las condiciones económicas locales y las circunstancias, serán las que determinarán cuál es la solución más conveniente o la más rápida o la más económica. Lamentablemente los políticos y no los técnicos serán quienes tendrán la última palabra, pero lo que no se deberá olvidar al preferir el ensanchamiento de vías, es el alto costo de las expropiaciones, demoliciones y nuevas edificaciones y también no se debe olvidar que el costo de las galerías, estaciones o instrumentaciones, desvíos de tuberías de agua potable y negras y desagüe pluvial, resultan hoy en día exageradamente elevadas de tal forma que una obra de esta naturaleza resulta incosteable para un país como el nuestro y por consiguiente es prácticamente irrealizable en los actuales momentos. Urge pues, una solución, que a todas luces es altamente controlable y es el remedio ideal para curar una enfermedad de la ciudad que todos padecemos y solo a nosotros corresponde aplicarle la medicina: El transporte colectivo elevado.

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