Una Supervisión más minuciosa

Una Supervisión más minuciosa

La detección de casos de estafa  en perjuicio de consumidores en una planta de expendio de gas licuado de petróleo en la capital obliga a plantear la necesidad de una supervisión más rigurosa y minuciosa de las operaciones de estos establecimientos. Con mucha frecuencia se escucha a amas de casas y choferes quejarse porque, según afirman, les dura poco el combustible que adquieren en algunas envasadoras.

Ya antes, inspectores de Proconsumidor habían detectado un fraude similar en una planta envasadora de la autopista 30 de Mayo. El establecimiento fue cerrado en la ocasión y varios de sus operarios fueron sometidos a la Justicia. Este tipo de manipulación, aparte de constituir estafa, encierra el peligro de alterar el funcionamiento de válvulas y otros dispositivos de las envasadoras. Una imprudencia en este manejo puede provocar incendio o explosión.

En virtud de estas prácticas, las autoridades deben desplegar tareas de  supervisión aleatoria y sorpresiva para constatar el estado de funcionamiento de los equipos en las estaciones de GLP. La supervisión debe incluir las condiciones mínimas de seguridad que deben respetar estos establecimientos. La protección de los consumidores debe ser una tarea permanente, y es digno reconocer que Proconsumidor avanza en este sentido.

Precaución ante la demanda

Desde el terremoto del 12 de enero, el país ha estado abasteciendo a Haití de alimentos y otros bienes. Por razones entendibles, la demanda después del sismo supera con mucho la que genera el intercambio comercial en tiempos normales. Hemos estado disponiendo de excedentes en algunos renglones para enfrentar esta situación, pero podría llegar el momento en que se agoten los excedentes y la situación eventualmente presione los inventarios de abastecimiento interno.

Los productores y el comercio locales deben aprovechar este pico en la  demanda de bienes desde Haití, pero bajo ningún pretexto deben recurrir a especulación interna.  El abastecimiento local debe estar garantizado y para ello deben reajustarse los volúmenes de producción. Internamente no debe haber escasez de ningún renglón por causa de la sobredemanda desde afuera. Las autoridades deben vigilar atentas las tendencias del intercambio.

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