Una tira de periódico

Una tira de periódico

Un empleado de supermercado, mientras acomodaba repollos y zanahorias, me preguntó: -¿es usted el hombre que tiene una tira de periódico en la página dos? -Así es, mantengo una columna en la página segunda del diario “Hoy”. -¿Cómo puede usted escribir todos los días? -Pues voy poniendo palabras, unas al lado de otras, hasta reunir el número que exige el director, Bienvenido Álvarez Vega, para llenar esa tira del periódico. Escribo, por ejemplo: pantalón, pijama, par de medias, mocasín “yaniqueque”, y así voy llenando la tira hasta topar con el borde inferior. -No se burle de mí; usted escribe cosas muy interesantes.

-Lo digo de broma y sin burlarme de usted. Me burlo de mí mismo, que tengo que escribir lunes, martes, miércoles… e incluso el sábado. A veces no sé sobre qué cosa escribir. Miro a todos lados buscando algo que sirva de pretexto para entretener a los lectores. Entonces me digo: algo tendré que sacar de la cabeza; después compruebo que a la cabeza llegan muchas cosas que me dicen otras personas; y objetos que veo en los supermercados, como esos repollos enormes que tiene almacenados ahí. ¿Conoce usted algunos de los usos del repollo en la cocina dominicana?

-No; yo trabajo aquí; me ocupo de los repollos y otros vegetales; pero no sé cocinar ninguna cosa especial que tenga que ver con repollos. -Pero podría aprender si empezara a “llevarle el hilo” a los repollos. -Qué quiere decir con eso de “llevar el hilo”. -Yo le llevo el hilo a las noticias; por eso en ocasiones escribo acerca de las noticias dominicanas; otras veces lo hago sobre noticias extranjeras, a las cuales también les llevo el hilo. Con esos hilos tejo la tira de periódico que usted ve en la página dos.

-Los periodistas son chismosos. Quieren averiguar “de dónde salen las cosas”. Por eso se exponen a muchos peligros. No siempre es “conveniente” saber de dónde salen ciertas cosas políticas, económicas. Pero ese es “el hilo de la vida”. Tal vez usted mire la tira que yo escribo para llevarle el hilo a la vida; y lo haga sin darse cuenta, por pura curiosidad. Son palabras seguidas de puntos y comas.

 

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