Una tormenta en un vaso de agua

Una tormenta en un vaso de agua

El pasado 3 de febrero terminó un sainete que provocó revuelo en el mundillo político dominicano. Seis días antes, la Comisión Política del PRD se reunió para discutir dos temas sin mayores complicaciones, a saber: seleccionar una Comisión Organizadora de la Convención Nacional para elegir las autoridades del partido, y conocer la invitación del Gobierno Nacional para participar en una “Cumbre de las Fuerzas Vivas”, ahora rebautizada pomposamente “Cumbre de la Unidad Nacional frente a la Crisis Económica Mundial”.

El primer punto debió resolverse rápidamente mediante la búsqueda de consenso, ya que casi todos los candidatos a integrar la Comisión eran aceptables para las partes.  Infortunadamente, ese organismo hipertrofiado (unos 300), la desconfianza reciproca provocada por algunos de sus miembros exaltados, llevaron a una votación dividida que creó un ambiente de confrontación.

En esa atmósfera de confusión no pudo conocerse el tema de la “Cumbre”, y la especulación periodística así como sectores interesados, interpretaron que había crisis en torno al mismo.

Lo curioso es que algunos que han callado ante los escandalosos casos de corrupción denunciados desde el propio gobierno,  de violación flagrante de la Constitución y las leyes, y de los planes de imponer unilateralmente una Constitución despótica, mientras se convoca para que se paguen los platos rotos de sus desafueros; pretendieron satanizar un ejercicio democrático de decisión y votación, aunque en forma  altisonante, fruto del carácter popular de ese organismo.

Afortunadamente, la publicación oportuna de las posiciones sobre la “Cumbre” unas por escrito y otras verbales, se encargaron de demostrar que no había tal contradicción, ni mucho menos una crisis mayor como  aspiraban los enemigos de siempre de la democracia y los intereses populares, que creyeron ingenuos y despistados.

El resultado de ese impase no se hizo esperar: la Comisión Política, con un abultado “quórum” resolvió en 15 minutos, a unanimidad, convocar al Comité Ejecutivo Nacional para ratificar el próximo 15 de febrero la Comisión Organizadora de la Convención, y aprobó un documento que ratifica su vocación de diálogo y su disposición de participar en la “Cumbre”, pero condicionada.

Pero “sin embargo se mueve”, a pesar de la pasada tormenta en vaso de agua, el Partido encontrará su camino para el avance del pueblo, y al igual que en casi todas las naciones de América,  generará cambios progresivos desde el gobierno.

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