Una tradición  familiar con los sabores de la cocina española

Una tradición  familiar con los sabores de la cocina española

Félix Felipe, hotelero de profesión y  propietario del restaurante especializado en comida española y bar de tapas “Olivo”, ofreció un almuerzo a representantes de diversos sectores para presentarles sus instalaciones y las delicias de su  menú.

Situado en La Esperilla, en la calle Madame Curi número 19-P, entre las avenidas Tiradentes y Abraham Lincoln, y las avenidas Pedro Heríquez Ureña y Bolívar, este restaurante  está ambientado con paredes  tapizadas con elementos de música cómo bailarines e instrumentos musicales, otras con pensamientos de escritores y poetas famosos,  cuyos escritos fueron inspirados en los olivos y varios salones privados.

En el primer piso está  el restaurante, con 126 plazas, y para disfrutar del aire libre, rodeado de un jardín con un bar  disponible,  un salón privado para 12 personas  y una cava de vinos con un comedor exclusivo para seis comensales, complementado con el Olivo Bar, especializado en tapas españolas. En el segundo nivel se han dispuesto cinco salones privados con capacidades entre 10 a 24 personas, también hay un bar interior y una terraza al aire libre, perfecta para los fumadores, que cumple con el mismo requisito del Olivo Bar. 

La gastronomía ha sido pensada para ofrecer lo mejor de la cocina española, con platos elaborados por el chef Juan Pablo Huete y su equipo de profesiones del arte culinario, encabezado por los  sub-chef Rafael Melendo y David Ballabrigas.

Nombres de los salones del restaurante  Olivo

Los ocho salones o reservados que ofrece el restaurante  están diseñados para reuniones de negocios, familiares y presentaciones de productos o servicios. A cada uno de los salones se les ha dado nombres de escritores y poetas famosos que escribieron sobre los olivos. Al salón del  primer nivel con capacidad para 12 personas se le dio el nombre de Rafael Alberti; en el segundo piso están el Juan Ramón Jiménez y el María de Jesús Barquero, ambos para 14 comensales; el Antonio Machado, para 20 personas;  y el Miguel Hernández y Federico García Lora, ambos para 14 personas.

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