Una tragedia colectiva, un Estado sin oportunidades para el desarrollo humano

Una tragedia colectiva, un Estado sin oportunidades para el desarrollo humano

Recientemente sucedió en nuestro país una tragedia que se suma a la historia del país y de nuestra gente: el naufragio de Samaná, en el que cerca de 47 personas murieron ahogadas y todavía faltan 17 desaparecidos que pueden agrandar la lista.

La mirada a esta tragedia debe trascender la visión de muertes de individuos aislados que deciden viajar en yola poniendo en riesgo su vida por un asunto meramente personal o por “aventura”.

Esta tragedia debe verse como un problema social que revela la situación de desesperación que afecta a nuestra gente y que las lleva a tirarse al mar en una embarcación frágil como “las yolas” para buscar una mejor vida porque han descartado a su país como el lugar donde pueden obtener oportunidades para vivir.

“Desde la perspectiva del desarrollo humano, la acción migratoria de las personas emerge de diferentes formas de privaciones de sus libertades que traducen grados diversos de exclusiones e inequidades. Las personas migran para “expandir libertades reales” o bien “para poder llevar el tipo de vida que valoran”. (ODH/PNUD 2005: 123)

Como bien se plantea en el Informe de Desarrollo Humano: “Los viajes clandestinos en yola presentan la dimensión dramática, trágica y vergonzosa de la emigración dominicana. Los viajeros ponen en cuestionamiento profundo los éxitos del crecimiento económico dominicano. Cuestionan también la capacidad de las élites empresariales y políticas dominicanas para construir condiciones y oportunidades para darles una vida digna a los dominicanos y a las dominicanas en su suelo patrio. Los viajes en yola empezaron a ser visibles desde principios de los años ochenta, difundiéndose de forma alarmante e incontenible durante la década de los noventa e inicios del siglo XXI. De esta misma manera se han difundido las tragedias de embarcaciones hundidas, de personas ahogadas, víctimas de las olas y tiburones, de los miles de náufragos y muertos en la ruta hacia la ansiada forma de vida que valoran y que no les resulta posible vivir en República Dominicana”. ( ODH/PNUD 2005: 123).

Son continuos y cotidianos: los viajes en Yola (la mayoría no se registran por su clandestinidad)  mujeres que son víctimas de trata, el tráfico continuo de personas y muchos otros procesos migratorios. Esto revela que el crecimiento económico que tiene el país no se traduce en opciones ni alternativas para el desarrollo humano. Así se confirma en los resultados de la última encuesta Gallup de noviembre 2011 publicada por el periódico HOY donde el 75% de la población encuestada valoró la situación del país como mala y muy mala.

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