“Si nos gusta lo que hacemos, si siempre hacemos nuestro mejor esfuerzo, entonces, realmente, estamos disfrutando de la vida. Nos divertimos, no nos aburrimos, no tenemos frustraciones.” Miguel Ángel Ruiz
Muchas personas desconocen lo que les impulsa a levantarse cada mañana. ¿Tú lo sabes? Si te pido que pienses en algo que adores hacer, que te haga sentir realizado, te aporte bienestar, te dé satisfacción y no te cansarías de hacer jamás, aunque te dedicaras durante toda la vida a ello ¿Qué sería?
El propósito no se revela en la dimensión material, pues la realidad física está sostenida en la carencia. El agradecimiento es un vehículo seguro para llegar a la dimensión espiritual, en la que vivimos una realidad de abundancia. Allí, el propósito nos aguarda para revelarnos el camino a seguir.
Si quieres encontrar tu propósito, sé agradecido. Experimentar una profunda gratitud por lo que somos -y por lo que actualmente tenemos- es un requisito previo para alcanzar una conciencia capaz de ir más allá de lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto, o lo justo y lo injusto, que nos permita encontrar y realizar nuestro propósito.
Todo lo que es tiene derecho a ser, y a ocupar un lugar. Muchas personas, aún no resuenan con la verdad de esta frase. Envueltas en la ilusa creencia de que el pasado debió haber sido diferente, quedan atrapadas en él, y se pierden el regalo del presente.
Durante décadas, alimenté la insaciable sed de respuestas que formulaba mi víctima. Créeme, los sentimientos de culpa que se derivan de esta actitud son desgastantes, paralizantes y dolorosos.
La mayoría de las personas avanzan día a día sin ninguna dirección. Las Constelaciones Familiares me han acompañado a reconocer, honrar y asentir cada fragmento de mi historia tal y como ha sido.
Jim Rohn decía que todas las cosas, aún las adversidades, tienen un propósito en la vida. Uno de los mayores obstáculos para contactar con nuestro propósito es la falta de agradecimiento por lo que “es”. Con el tiempo, he encontrado utilidad y sentido a cada cosa vivida. La vida no comete errores. Todo está pleno de sentido.
El propósito de vida es la fuente de nuestra pasión, y la pasión está directamente relacionada con nuestro nivel de felicidad, paz, creatividad, armonía y calidad de vida. Una vida sin propósito es una vida sin pasión, y cuando no hay pasión la vida pierde todo sentido.
Henry Moore dice: “El secreto de la vida es tener una tarea, un propósito, algo a lo que someter toda tu vida, algo a lo que das todo, cada minuto de tu día por el resto de tu vida. Y lo más importante de todo es que eso debe ser algo que jamás puedas lograr”.
Ya queprocede de la dimensión espiritual,el propósito tiene vida infinita. Este hecho le da el enorme poder de la trascendencia, de sobrevivir más allá de nuestra muerte.Propósito, misión o camino de vida son sinónimos. El propósito siempre está al servicio de la vida, y la vida es buena con quienes la honran.
Este es un modo simple para descubrir tu propósito de vida:
1. Toma una libreta de apuntes
2. Escribe en el encabezado de la primera hoja ¿Cuál es el propósito de mi vida?
3. Escribe cualquier respuesta que llegue a tu cabeza, sin importar la que sea. No necesitas que sea muy elaborada, puede ser una frase corta.
4. Repite el paso #3 hasta que la respuesta te emocione tanto que se te agüen los ojos. Entonces, habrás llegado a tu propósito.
Independientemente de la preparación, formación, carrera o experiencia de quienes han hecho este ejercicio, la mayoría llega a la respuesta libre de condicionamientos, lealtades familiares o falsas creencias entre los 15 a 20 minutos. Las respuestas falsas provienen de las cosas que nos enseñaron en los primeros años de vida, la verdadera respuesta proviene de una fuente que está en nosotros, pero que la sentimos como algo distinto a nosotros.
Las personas que han cerrado su corazón, son tercos, cínicos o escépticos, tardarán 40, 60 o hasta 90 minutos en vez de los 20 que le resultan al promedio. De todas formas, después de 100, 200 o 500 respuestas, llegará una que te rompa la coraza. Sigue hasta el final aunque la respuesta que te rompa sea incomprensible para ti o sea tonta, según tu manera de mirar las cosas en este momento.
El sabotaje suele empezar a pedirte que dejes de escribir entre la respuesta 50 a 100. Si durante el proceso llegas a alguna respuesta que te genera alguna emoción pero no tan intensa como para hacerte llorar, sigue escribiendo. Generalmente las respuestas que emocionan sin romper la coraza, son como probaditas que tocan partes de tu propósito, pero no lo contienen por completo. Sin embargo, esas respuestas son indicadores de que vamos acercándonos a “la que es”.
Haz el ejercicio en un lugar tranquilo donde no te interrumpan ni molesten. Cuando una persona es muy incrédula, puede partir de respuestas como “no tengo ningún propósito”, “la vida no tiene sentido alguno” o “me parece ingenuo esto”, si sigues en algún punto llegará.
En mi caso, cuando lo hice la respuesta final apareció cuando llega a la #118. Tuve algunos picos de emoción en las respuestas # 22, #35, #45 y #78. A partir de la #97, la respuesta empezó a limpiarse. En varias ocasiones sentí ganas de dejarlo, me dio hambre, sentí aburrimiento pero al seguir adelante, contacté una gran alegría.
De todos modos, debo ser sincera y decirte que conocer la respuesta que resuena con tu propósito es la parte más sencilla. La parte que requiere enfoque, humildad y obediencia es actuar cada día de tu vida para que la transparencia de tu propósito evidencie tu rendición a él.
Estoy convencida de que para que esta hazaña sea exitosa debemos ser 100% sinceros con nosotros mismos. Ser auténtico debe estar por encima de tu deseo de lograr encontrar tu propósito. “Nadie es mejor que tú, excepto tú”. De ahí, la importancia de conocerte y tener un contacto profundo con tus propias necesidades.
Todo se facilita cuando vas en la vía del cumplimiento de tu misión. En palabras de Robin Sharma: “El propósito de la vida es una vida de propósito”.