Una zona de estudio para cada etapa

Una zona de estudio para cada etapa

Efe. Reportajes. Las clases han despegado y se impone establecer un área de estudio que facilite el rendimiento. El dormitorio de sus hijos se tiene que adaptar al descanso, pero también para el estudio. Desde que empiezan a plasmar sus primeros garabatos, es ideal establecer, cerca de su área de juegos, una zona en la que puedan sentarse a contemplar sus primeros cuentos o a pintar sus primeros libros de colores.

Fuera aristas. Crear su propio espacio a los niños les permitirá tener la seguridad de mantener un área reservada en exclusiva, para ello tome en cuenta que en esta etapa es ideal colocar una mesa o repisa no muy alta que les sirva para compartir esas horas de ocio.

Este pequeño espacio y ligera rutina le servirá, además, para ir tomando el hábito de mantener una dinámica de atención y meditación. 

El plástico suele ser el material ideal para este período. Se limpia fácilmente, con lo que las posibles manchas de lápices de colores desaparecen en un instante. Evite los diseños con aristas para que los daños sean menores en caso de tropiezo.

Es primordial dejar espacio para que continúen jugando con amplia libertad.

Tareas compartidas.  Según va creciendo, querrá compartir alguna noche con amigos. Confíe en los diseños de  camas nido, así podrá disponer de una cama extra para esas primeras noches de “fiesta” y tareas del colegio compartidas.

Cuando superan los siete años, es hora de colocar una mesa con los accesorios indispensables para empezar a centrarse en los estudios. Una luz auxiliar puede ser imprescindible.

Es hora de saber que hay que tener los juegos, lápices y ropa ordenados. Organizar el espacio ayuda de una manera emocional, según algunos psicólogos, a tener la mente en armonía y la capacidad de concentración.

En la adolescencia, necesitan un espacio definitivo en el que trabajar;  a los libros y cuadernos se suma la computadora. Las distracciones en esta etapa son habituales, por eso es esencial que el espacio  en esta etapa sea  acogedor y a gusto de quien lo vaya a utilizar, para evitar el desgano.

Las horas de estudio aumentan y hay que preservar la vista. Es conveniente que la mesa esté orientada hacia la luz natural, pero que la pantalla del ordenador no perciba sus reflejos.

Los tonos naturales y mates de la mesa son la elección más acertada  y combinable. 

Un corcho en la pared resulta muy útil para recordar citas y tareas pendientes, teléfonos y un calendario. Vigile también de manera extrema la silla de estudio. Su hijo debe de tener espacio suficiente para cambiar de postura con facilidad y tener la espalda bien colocada y descansada.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas