El homenajeado es novelista, ensayista y educador. Su obra expresa las mejores tradiciones y valores ciudadanos, democráticos, contribuyendo a través de ella con el desarrollo de la cultura nacional. Es por ello que este año fue merecedor del título Premio Nacional de Literatura 2004.

En reconocimiento a sus aportes culturales, las autoridades de la Universidad Apec le distinguieron con un encuentro en el que le entregaron una placa en presencia de un selecto grupo de intelectuales y empresarios, entre ellos: Dennis Simó, Manuel Corripio, Irene Pérez Guerra, Justo Pedro Castellanos, Jacinto Gimbernard, Giovanny Cruz y Luis Manuel Heredia Bonetti.

Las palabras de apertura fueron pronunciadas por Dennis Simó, rector de la Universidad Apec, quien resaltó su satisfacción al ver reunidos a tantos amigos de Andrés L. Mateo en tan importante encuentro.

Seguidamente, Justo Pedro Castellanos, vicerrector académico, en su discurso dijo que Andrés L. Mateo es un escritor extraordinario, dueño de una obra múltiple, varias veces laureada, que este año recibe el Premio Nacional de Literatura, mérito que en años anteriores le ha sido otorgado a destacados intelectuales, entre ellos: Juan Bosch, Pedro Mir, Manuel del Cabral, Manuel Rueda, Mariano Lebrón Saviñón, Marcio Velóz Maggiolo y Hilma Contreras.

Expresó que Andrés L. Mateo ha pagado el precio de ser un intelectual y escritor honrado en una sociedad como ésta, degradada moralmente, árida en la valoración positiva del quehacer intelectual y en la que, como bien dice en las tiernas líneas que le escribe a don Mariano Lebrón Saviñón “las calles están rotuladas con los nombres de tantos canallas a quienes nadie debería recordar”.

Justo Pedro Castellanos indicó que “desde sus tempranos 20 años se acercó tímidamente al intelectual y crítico español, don Manuel Valldeperes, quien en ese entonces dirigía la página literaria de El Caribe, para mostrarle sus primeros poemas, hasta estos actuales en los que nos sacude con la potencia de sus letras”.

“El reconocido es dueño de una prosa fluida, potente y hermosa; su obra, lo mismo la ensayística que la ficción, se monta sobre nuestras realidades más esenciales, a las que armado de un poderoso arsenal ideológico y creativo, critica y enfrenta. Nos alegra su obra reconocida y premiada en estos días, pues reconforta el alma dominicana, así de preocupada, lacerada, entristecida y entumecida como ha estado”, indicó.

Al culminar sus palabras le fue entregada la placa de reconocimiento a Andés L. Mateo, quien agradeció la distinción.