Unas 27 familias perdieron todo

Unas 27 familias perdieron todo

POR GERMAN MARTE
EL SEIBO.-
El valor de las pertenencias de Juancito Medina no superaba los cuatro mil pesos, pero era todo lo que tenía, por eso su desconsuelo es grande cada vez que mira el lugar donde hasta el viernes estuvo su casa y ahora ve sólo el piso, lo único que quedó tras el paso del huracán Jeanne.

Las lluvias torrenciales provocaron el desbordamiento del arroyo Santa Lucía y las aguas arrasaron con viviendas dejando a Medina a la intemperie, sólo con la ropa que tenía puesta.

Pero el caso de Medina no es único. Como él otras 27 familias del batey Santa Lucía, de El Seibo, lo perdieron todo y hoy se encuentran alojados en refugios. Otras 75 casas sufrieron daños considerables. A algunos apenas les queda la esperanza de que alguna autoridad vaya en su auxilio, lo que aún no se ha producido.

«Ahí estaba la casa de mi hermana. El río se llevó todo», declaró Milagros Sanó, mientras señalaba unos escombros cubiertos por el lodo.

Sanó dijo confiar en que las autoridades acudan cuanto antes en auxilio de los afectados, muchos de los cuales se encuentran refugiados en la escuela y la iglesia de la comunidad.

La medianoche del viernes será inolvidable para esta comunidad. Más o menos a esa hora, el arroyo Santa Lucía creció repentinamente y arrastró las viviendas, dijo la señora.

De las escasas cosas que tenía Medina sólo pudo rescatar un viejo colchón, «el río se lo llevó todo. Perdí como cuatro mil pesos», manifestó.

La suerte de Juan Díaz, su vecino, fue peor. Tenía dos semanas que fue a trabajar a La Cuchilla. Desconocía que se acerca un ciclón.

«Cuando vine al otro día nada más hallé el solar», expresó Díaz, quien a duras penas había logrado comprar una casita en cinco mil pesos, donde vivía junto a su mujer.

Mientras tanto, en la escuela Santa Lucía, donde se ha habilitado uno de los refugios la gente espera la ayuda que les han anunciado las autoridades.

Wilkins Sanó, de la Defensa Civil, dijo que en el lugar hay más de cincuenta niños y ancianos. Urgió a las autoridades a llevar comida y agua cuanto antes, pues algunos de los cuales están enfermos.

Pero la situación en este batey no es muy diferente a la de miles de seibanos, sobre todo de la zona rural, donde habita el 61% de los 90,000 habitantes de la provincia, según los voluntarios de la Defensa Civil.

Datos preliminares de la Defensa Civil y la Cruz Roja indican que por lo menos ocho personas, entre ellas dos haitianos, se ahogaron en esta provincia, al intentar cruzar el río Chavón.

Mientras, la incipiente agricultura de esta zona eminentemente ganadera, quedó en ruinas.

Considerada la tercera provincia más pobre de la República Dominicana, El Seibo ha visto empeorar su situación luego de este ciclón categoría uno, débil de acuerdo con los meteorólogos, demasiado fuerte según los damnificados de aquí, sobre todo los agricultores, cuyas casas fueron derribadas o seriamente dañadas y sus sembradíos completamente arrasados.

A LA AGRICULTURA

Tras el paso de Jeanne, en toda la provincia de El Seibo, incluido el municipio de Miches, no quedó ni un sólo cultivo que en condiciones de ser aprovechado, plantearon los expertos.

De acuerdo con el agrónomo Ramón Oscar Monsanto, de Visión Mundial, los daños a la agricultura de la zona son millonarios. Sólo en yautía -señaló- las pérdidas superan los RD$15 millones, mientras que en cacao, estimó que se perdieron más de RD$30 millones.

«La producción que más produce ingresos para los campesinos de la zona es el cacao y fue totalmente ‘quemado’ por las brisas. No habrá producción de cacao en por lo menos dos o tres años», estimó Monsanto.

Dijo que entre los campesinos sólo se oye el lamento, «aquí hasta las gallinitas se murieron», pues explicó, el huracán azotó a El Seibo por los cuatro puntos cardinales.

ZONA DE DESASTRE

Ante el drama, la diputada Soraya Chahín, dijo que someterá un proyecto de ley al Congreso Nacional para declarar la provincia en Estado de Emergencia.

La legisladora se quejó por la lentitud del gobierno para llevar la asistencia.

Dijo que la comunidad de Caciquillo está completamente incomunicada y todavía no se sabe qué pasó allí.

AGUA Y COMIDA

En El Seibo las necesidades son primarias: agua y comida.

La crecida del río Soco rompió las tuberías del acueducto.

«El principal problema ahora es la falta de agua potable», declaró Luis Sánchez, de Visión Mundial.

Dijo que ayer llegó un envío de agua potable desde Santo Domingo.

Señaló que las autoridades están orientando a la población para que evite el consumo de agua de los ríos y cañadas para evitar enfermedades.

En la escuela Santa Lucía, en cuatro días que han pasado desde el paso del huracán sólo han llevado 25 fundas, una para una familia. Contienen dos pequeñas latas con sardinas, una libra de espaguetis y dos latas pequeñas de pescado de río del denominado “pica-pica”.

Medina dijo que no sabe qué hacer. Su vida, como la de sus vecinos, queda ahora a merced de las autoridades.

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