Unas 750 familias ya viven en Nueva Barquita; faltan 600 por trasladar

Unas 750 familias ya viven en Nueva Barquita; faltan 600 por trasladar

Hasta ayer unas 750 familias de La Barquita de Los Mina, en Santo Domingo Este, habían sido trasladadas a La Nueva Barquita de La Javilla, Sabana Perdida, Santo Domingo Norte, por lo que faltan unas 600.
El dato lo ofreció José Miguel González Cuadra, presidente de la Comisión de Readecuación de la Nueva Barquita, quien aseguró que a finales de este mes concluiría el proceso de traslado, que se ha retardado porque la labor se efectuó a los sectores de La Lata y La Lechuga, donde el acceso es más difícil.

Explica que tomaron la decisión debido a que septiembre es uno de los meses donde se producen más inundaciones, y precisamente los sectores señalados son los más vulnerables.

En cuanto a las 90 familias de la vieja Barquita de Santo Domingo Norte, señala, serían reubicadas una vez concluyan con las de Los Mina, pero indicó que estas familias se encuentran en proceso de capacitación sobre el cambio de conducta que deberán asumir una vez lleguen al nuevo proyecto.

En tanto que quienes habitan la Nueva Barquita se adaptan poco a poco a la nueva vida, que algunos consideran un cambio del cielo a la tierra cuando recuerdan los sinsabores que padecían a orilla del río Ozama y entre cuatro cañadas que, con la fuerza de las pendientes bajaban con furia, cada vez que se producían fuertes aguaceros.
Estas cañadas en vez de aguas pluviales, lo que transportaban por sus caudales eran aguas residuales y desechos sólidos, que lanzan quienes viven en la parte superior de la pendiente.
Cambio de vida. En la Nueva Barquita no se observan basura en las calles, los servicios básicos como energía eléctrica, agua potable y tratamiento de las aguas residuales están garantizados.
El liceo, la obra que confrontaba más retraso está prácticamente listo y residentes en el lugar tienen la información, de que abrirá sus puertas a los estudiantes el próximo día 12.
El Centro de Diagnósticos está equipado, lo que indica que en los próximos días ofrecerá servicios.
El destacamento de la Policía Nacional inició sus operaciones y es notable el patrullaje por el proyecto, tanto en camionetas, motores y hasta en bicicletas; las instalaciones deportivas ya son utilizadas por los jóvenes y niños.
Ayer comenzaron a ser colocadas cajas contenedoras de desechos sólidos donde los residentes del lugar depositaron, de manera separadas, la basura orgánica en un contenedor y las botellas y plásticos en otro, con lo que se estrenan en el reciclaje.
Técnicos propios. Rafael Holguín, quien estuvo a cargo la encomienda de trasladar a las familias que hoy habitan el nuevo proyecto, expresa satisfacción porque el Gobierno ha cumplido con su responsabilidad.
“Ahora nos toca a nosotros cumplir con nuestro deber, cuidando estas viviendas y pagando las cuotas de mil pesos que nos impusieron para el pago de mantenimiento”, precisa.
Holguín explica que quienes fueron capacitados por el Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (Infotep), ofrecerán sus conocimientos a los residentes a través del Patronato que se creó en la comunidad.
Plomeros, electricistas y otros técnicos son integrados en brigadas para cada área, a quienes se les remunerará con las mismas cuotas que paga cada familia.
Los negocios. Samuel Rosario, ocupa un local comercial en el edificio C11, puerta 6, donde exhibe desde arroz y habichuelas hasta papel higiénico. Muestra satisfacción por el cambio que experimentó con el traslado, donde ahora no sufre de apagones, por tanto no se dañan las mercancías que necesitan refrigeración.
Rosanny Florián Vallejo, considera que la calidad de vida es totalmente diferente en el nuevo hábitat, que ahora disfruta junto a sus hijos, por lo que está conforme con el pago de mil pesos mensuales para el mantenimiento.
“Estamos donde queríamos estar y también porque nos colocaron frente a la parroquia San Francisco de Asís”, respondió Josefina Madé, presidenta de la Fundación que lleva su nombre.
Lo único extraño que observa es que todavía no le entregan el local de la Fundación, aunque existe la promesa de que se lo entregarán, por lo que no ha podido desarrollar el trabajo con los envejecientes.

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