Uñas enterradas… ¡Uy!

Uñas enterradas… ¡Uy!

POR ANNA JIMENEZ
La causa más común de las uñas enterradas es el corte impropio de las mismas. Adicionalmente, la herencia, las lesiones, y los zapatos apretados están relacionados a ésta condición. La uña enterrada es típicamente el resultado del crecimiento inapropiado del borde de la uña y su aproximación a la piel que le rodea.

La mayoría de los casos ocurren con la uña del dedo gordo. Cortándolas demasiado cortas o pegadas, redondeando el borde, o simplemente excavando con una tijera la uña se pueden producir a menudo dolores y lesiones al borde de la uña. Enrojecimiento de la piel, la presencia de pus, el dolor, o la presión localizada son señales de uñas enterradas, irritación de la piel e infección asociada. Puede ser imposible de llevar un zapato cerrado. Desgraciadamente, es en ésta fase cuando la intervención del podiatra puede ser muy útil. Muchos pacientes empeoran la situación tratando de aliviar el dolor empujando y estirando la piel para aliviar la presión. Este esfuerzo produce un ligero alivio pero típicamente y a la larga agrava aún mas la situación y la sensibliliadad de la piel.

El uso de un buen corta uñas recto es esencial. Los instrumentos encorvados y el uso de las tijeras aumenta la tentación de cortar demasiado y redondear las uñas ayudando así a que se encajen. El borde de la uña se corta recto para permitir el crecimiento apropiado y para evitar el choque con los lados y esquinas.

Las áreas de irritación, dolor y sensibilidad pueden tratarse adecuadamente empapando o sumergiendo el pie o el dedo del pie en una cubeta de agua caliente con 1/4 de taza de sales de epsom (disponible en las farmacias) durante diez minutos, dos veces por día, hasta que se resuma la condición o el doctor aconseje. No es beneficioso empapar con peróxido las áreas afectadas. La administración tópica de una crema de primeros auxilios o antibióticos puede ser beneficioso. El uso de zapatos mas anchos le ayudarán a pasar el día mas cómodamente.

Estas medidas simples pueden aliviar el dolor e invertir el curso de la infección local. Si el progreso es lento o la condición empeora, llame a su podiatra y evite demorar su visita para evitar peores consecuencias.

CUIDADO MÉDICO

Su podiatra evaluará el nivel de cuidado requerido para tratar su condición individual. Las consideraciones de edad, el estado de salud, la circulación de los pies, la diabetes, la uña enterrada recurrente, y severidad de la condición, influirán en la decisión que hace el podiatra. En la condición simple, su doctor puede prescribirle unas aplicaciones de remojos de sales de epsom, con el recorte de la uña sin afectar el borde de la misma. Más frecuentemente, la aplicación de anestesia local a la base del dedo del pie es requerida para permitir al podiatra aplicar los primeros auxilios. Una vez que el dedo del pie esté cómodamente dormido, el borde de la uña se corta cuidadosamente, eliminando inmediatamente la presión y permitiendo quitar el tejido infectado y el líquido. En algunos casos, una muestra del líquido de la uña debe ser analizado en el laboratorio para ver si es de tipo bacteriano y poder indicar el antibiótico adecuado. Para terminar el tratamiento se requerirá elevar el pie, andar con zapatos sueltos y la valoración individual del podiatra.

EL LEVANTAMIENTO DE LA UÑA PERMANENTE Y PARCIAL

Una uña enterrada persistente o recurrente puede ser eliminada con un tratamiento adicional a la raíz de la misma. Con la ayuda de anestesia local, el borde de la uña es removido del área de la cutícula. Una pequeña aplicación y cauterización química se aplica al área de la raíz. Una venda de gasa pequeña se aplica al dedo del pie hasta la mañana siguiente. El seguimiento involucra los baños diarios en agua de sales de epsom por un término de siete a diez días. En la mayoría de los casos, el borde de la uña no vuelve. Sólo Tylenol o Advil se recomienda para la incomodidad menor.

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