Unas van de cal… y otras de harina

Unas van de cal… y otras de harina

CHIQUI VICIOSO
Estábamos en Boca Chica, en una reunión con empresarios hoteleros de la zona preocupados por la mala imagen que tiene la playa por el problema de la explotación sexual y comercial de niños y niñas, causado por el turismo local e internacional.

¡Estamos hartos de cursos de capacitación! ¡No queremos palabras sino programas y cada vez que se acerca un organismo por aquí, sobretodo los internacionales, lo que quieren es darnos cursos y cursos, y charlas y charlas, y seminarios y seminarios, cuando lo que les estamos pidiendo es locales donde los niños puedan dormir, asistencia psicológica para los niños, programas de lecto-escritura para los que no saben leer y escribir, programas no formales de educación laboral. La comida la ponemos nosotros, lo que necesitamos son cosas concretas! ¿Y? Nada, que ellos insisten en que su dinero no es para programas, que para eso está el Estado y en lo que esperamos al Estado nada pasa y ellos terminan gastando todo el presupuesto en cursos y consultores carísimos, y en viajes, y viáticos.

 Francamente estamos ya cansados de que se nos consulte! Esta misma preocupación me han transmitido varias hermanas con respecto a la noticia de que el Estado por fin hará una inversión sustantiva en la Secretaría de la Mujer (SEM), unos sesenta millones de pesos, y en el hecho de que la administración de esos fondos pasara al Programa deNaciones Unidas para el Desarrollo, o PNUD, el cual tendrá experiencia en la redacción de informes contra la pobreza, pero que sepamos no ha manejado programas específicos de desarrollo, desde una perspectiva de género, para mujeres.

Y ojalá que no lo haga, ya que su labor es llamar la atención sobre la necesidad de políticas públicas para el sector femenino de la población, y la equidad de género, no crearse con estos fondos un Departamento de Estudios deGenero (para eso está el INTEC, con una larguísima y pionera tradición en este campo), con consultores y consultoras carísimos, y materiales de capacitación y recursos humanos que también ya existen en el país.

Además, con tanta experiencia local nacional en la creación y manejo de programas de desarrollo para mujeres, lo que procede es un concurso nacional para las mejores propuestas, que ayude a la Secretaría de la Mujer a montar un verdadero programa de apoyo a las mujeres más carenciadas del país. ¿Por dónde empezar? He aquí algunas sugerencias que espero sean útiles:

1.-Creación por la SEM de un fondo para apoyar iniciativas exitosas en el campo de la capacitación no-tradicional laboral a mujeres populares. Hay ya ONG’s como Ce-Mujer, o MUDE, con una larga experiencia en este campo.

2.-Realizar un convenio con la Asociación Dominicana de Industrias, y las asociaciones de Empresarios mayores y jóvenes, para la creación de pasantías laborales para mujeres jóvenes, como parte de su proceso de capacitaciónpara el trabajo y como aporte de esos sectores al combate del desempleo femenino.

3.-Firma de un convenio con las Zonas Francas, para introducir en el horario de almuerzo un espacio de orientación a las obreras en los problemas más acuciantes de salud de la mujer trabajadora, como lo son la tuberculosis, las enfermedades de transmisión sexual y el cáncer ginecológico y de mama.

4.-Acompañar los programas de capacitación, vía convenio con el equipo de Género del INTEC, u otras ONGs con experiencia, con una formación en género, para que las mujeres entiendan el porqué y para qué de su condición y situación social. 5.-Utilizar parte de esos fondos en la creación de un equipo nacional de promotoras comunales y barriales para la formación de comités barriales de apoyo a la mujer maltratada, para combatir la vieja cultura de que “en pleitos de marido y mujer no me meto” que es causa de tantos crímenes impunes, y fácilmente prevenibles. 6.-En el caso especifico del PNUD, aportarle a la Secretaría de la Mujer, libre de costos, un equipo de apoyo a su área de administración financiera, para que aprenda a manejar donaciones cuantiosas y a a ejercer el co-gobierno.

Aporte trascendente porque contribuiría a la formación de un capital humano que pueda, una vez se retire el PNUD, continuar la labor de administración financiera de la institución. Si eso hace, y se hace, estoy segura de que serán mucho menos de 45,000 las muchachas jóvenes que se apersonen a solicitar cien empleos como domésticas en España, o cualquier otra parte del mundo.

Entonces el PNUD podrá demostrar no solo que denuncia la pobreza sino que contribuye efectiva -y solidariamente- a erradicarla. Y, la Secretaría de la Mujer podrá implementar su papel de coordinadora de políticas y acciones para la mujer, también en el campo de las finanzas, donde, como dicen los hoteleros de Boca Chica, es donde se demuestra verdaderamente la determinación de contribuir a la solución del desempleo y la pobreza femenina.

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