Quito, (AP).- Colombia y Venezuela no llegaron el jueves a un consenso durante la «difícil» reunión de cancilleres de los países de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur) que se realizó en la capital de Ecuador.

En consecuencia, la Unasur decidió pedir a los jefes de Estado que aborden el conflicto directamente, informó el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño.

«En vista de que es un problema no resuelto todavía … (que) necesita un mayor nivel de definiciones y de acuerdos al más alto nivel, invitamos a los jefes de Estado de Unasur a que puedan reunirse próximamente para que ellos en forma directa traten los problemas».

Patiño señaló que fue una reunión «difícil» y que el ambiente estuvo «tenso» pero que ambos países supieron tratarse con respeto.

Caracas rompió relaciones diplomáticas con Colombia el 22 de julio luego de que Bogotá presentó ante la OEA en Washington supuestas pruebas de que Venezuela alberga a miembros de los grupos rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

«Lamento que no se hubiera llegado a un consenso definitivo» expresó el canciller colombiano, Jaime Bermúdez.

Indicó que durante la reunión se llegó a un texto preliminar, que incluía «definir mecanismos eficaces para impedir que grupos criminales estén en cualquier país de la región», pero a «a ultima hora» Venezuela no aceptó ese documento y pidió que fuera un texto no oficial.

El canciller venezolano, Nicolás Maduro, negó que tal situación hubiese ocurrido. «El canciller saliente de Colombia se despide de Unasur mintiendo», dijo. Sin embargo, destacó que no debe «llamar la atención que no hayamos llegado a un acuerdo … el acuerdo principal era debatir abiertamente y lo logramos».

Durante el encuentro, en la que estuvieron presentes ocho de los 12 países que integran la Unasur, Colombia volvió a mostrar las supuestas pruebas que presentó una semana atrás ante la OEA.

Venezuela calificó esas pruebas como un «refrito» y dijo que el gobierno colombiano esta «obsesionado con la guerra», pero recalcó que su gobierno «esta dispuesto a combatir a todos los grupos irregulares.»

El mandatario colombiano Alvaro Uribe deploró que su colega de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, considere que el actual desacuerdo entre Colombia y Venezuela se trata de «un caso de asuntos personales» entre los mandatarios de ambos países, según un comunicado de la presidencia de Colombia.

Lula tiene previsto visitar Caracas el 6 de julio y al día siguiente estar en Bogotá en los actos de la toma de posesión del presidente electo Juan Manuel Santos.

En Brasilia, Lula declinó responder al comunicado del gobernante colombiano. Su vocero, Marcelo Baumbach, añadió que «ya declaró que lamenta la situación que se creó entre Colombia y Venezuela y cree que la estabilidad de las relaciones entre esos dos países amigos es fundamental para la tranquilidad en la región».

En Washington, el jefe del Comando Sur estadounidense, general Douglas Fraser, dijo a la AP el jueves que «viendo la información suministrada por el gobierno colombiano … no tengo motivos para asumir que no es válido lo que estoy viendo».

«Creo que lo que es realmente importante es que Venezuela investigue las acusaciones y realice un esfuerzo conjunto, porque eso ayudará a validar la información», agregó.

Consultado acerca de esa afirmación, Maduro dijo que «es el gobierno de los Estados Unidos quien esta aupando esta ofensiva enloquecida de mentiras … para desencadenar un proceso de desestabilización».