Unen fuerzas contra Chávez

Unen fuerzas contra Chávez

CARACAS (AFP).- La oposición venezolana se unió para intentar evitar que el presidente Hugo Chávez obtenga una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional (AN) en las elecciones legislativas de diciembre, lo que allanaría el camino al socialismo en este país petrolero sudamericano.

   Los principales partidos de oposición, al igual que los partidos oficialistas, presentaron listas unitarias ante el Consejo Nacional Electoral, antes que cerrara el plazo de inscripción de candidatos en la medianoche del martes al miércoles.

   Chávez aspira a obtener 10 millones de votos el 4 de diciembre, de un electorado de 14 millones, para conquistar los dos tercios de la unicameral AN necesarios para reformar la Constitución de 1999, e instaurar lo que él denomina «socialismo del siglo XXI» en Venezuela.

   Con ese fin, los partidos oficialistas Movimiento Quinta República (MVR), Patria Para Todos (PPT), Podemos y Partido Comunista de Venezuela (PCV), presentaron candidatos comunes a la AN, que contará con 167 diputados, dos más que actualmente.

   El domingo pasado, los dos antiguos partidos tradicionales venezolanos, el socialdemócrata Acción Democrática y el socialcristiano Copei, así como los conservadores Primero Justicia y Proyecto Venezuela, y el Movimiento al Socialismo (MAS, izquierda), anunciaron la presentación de listas únicas.

   Para dar cabida a representantes de la sociedad civil y de partidos regionales, sólo se presentan a la reelección 34 de los actuales 77 diputados opositores, de un total de 165 representantes con que cuenta la AN.

   Con la unión, la apuesta es que los opositores vuelvan a las urnas, después de su pérdida de confianza en el sistema electoral con las nunca verificadas denuncias de fraude en el referendo revocatorio del mandato de Chávez de agosto pasado, que perdieron con 40,74% de los votos contra 59,25%.

   Saúl Cabrera, de la encuestadora Consultores 21, declaró a la AFP que aún «es muy temprano para saber si ese efecto ocurrirá», aunque reconoció que en todos los estudios de opinión, el elector opositor pedía unión.

   En los dos comicios posteriores al referendo, el oficialismo se alzó con 22 de las 24 gobernaciones del país en octubre pasado, y con 80% de los cargos de concejales municipales y de miembros de juntas parroquiales, en agosto.

   Chávez, que se beneficia de una bonanza petrolera sin precedentes, se reunirá a fines de esta semana con los partidos oficialistas para diseñar la estrategia electoral, confirmó el Secretario General de Podemos, Ismael García.

   Indicó que la campaña electoral oficialista tendrá como eje la consolidación de la revolución a través del socialismo del siglo XXI.

   «El socialismo a la venezolana busca profundizar las instituciones democráticas; más libertad, más responsabilidad y corresponsabilidad y promover la participación. Eso pasa por definir el nuevo modelo de propiedad que no es otra cosa que la coexistencia de la propiedad privada y colectiva», declaró García a la prensa.

   Según Cabrera, en las encuestas, «la mayoría está en contra del socialismo», y si bien para los opositores es un factor de movilización, para los partidarios del gobierno «que se oponen a ese camino, cuando Chávez les dice que seguirá ese camino, no les importa». «Piensan en lo que les van a dar», precisó.

   El analista y periodista opositor Roberto Giusti estimó por su parte en su columna en el diario El Universal que el acuerdo opositor «constituye un signo esperanzador en medio de los presagios negativos y lo que parece el avance del regimen hacia el control absoluto del poder».

   «La participación bajo la alianza política recién cristalizada permitiría crear un movimiento unitario, que no un partido, a lo largo de todo el país y devolverle a la gente, es decir, a cuatro o cinco millones de venezolanos, la fe perdida», añadió.

   La oposición venezolana se levantó contra el gobierno de Hugo Chávez en diciembre de 2001, tras la aprobación de un conjunto de leyes con impacto en la estructura económica de la sociedad, a través de marchas multitudinarias que culminaron en el golpe de Estado de abril de 2002.

   Tras el fracaso del golpe, el gobierno derrotó a la disidencia militar de la Plaza Altamira, al paro general y petrolero de diciembre 2002 a febrero de 2003, y al referendo revocatorio de agosto de 2004. A principios de 2005, Chávez se proclamó socialista.

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