La Universidad del Caribe realizó ayer su decimoséptima graduación ordinaria, en la que fueron investidos 902 nuevos profesionales en distintas áreas del saber.
La actividad, realizada en el Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto, del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, tuvo como orador invitado al director del periódico El Día, Rafael Molina Morillo, quien exhortó a los graduandos a tener un sueño por el cual luchar y trabajar todos los días, no importa si es ambiciosa o que parezca irrealizable, pero hay que tener por lo menos una ilusión en la vida y luchar por ella.
Al referirse a los avances tecnológicos expresó que los mismos de poco servirán si la palabra, el pensamiento y la ética del hombre estuvieran condicionados. Si lo que se va a transmitir, o a estudiar, o a investigar, estuviera sometido a censura o controles, de nada serviría la más avanzada tecnología.
Dijo que, sin dejar de recordar y honrar la memoria de nuestros héroes, no debemos tampoco dormirnos en los laureles de personajes que, si bien fueron importantes desde el punto de vista histórico, no llegaron a conocer ni a soñar con el avión, ni con la computadora, ni mucho menos con la Internet.
La ciencia moderna ha transformado al mundo de tal manera que estamos obligados a tener otra visión de la vida diferente por completo a la de nuestros abuelos y bisabuelos, dijo.
Finalmente, Molina Morillo aconsejó a los graduandos que no dejen de soñar y que luchen por sus ideales. Recuerden que las maravillas y las cosas buenas que hoy disfrutamos, alguna vez en el pasado fueron tan sólo sueños, concluyó.
Las claves
1. El reto
Molina Morillo advirtió a los profesionales del nuevo reto que les espera, para lo que tienen que prepararse si en realidad quieren competir en la sociedad actual.
2. Estudiante meritoria
El discurso en nombre de los graduados estuvo a cargo de la egresada de la carrera de Educación Inicial Jissel Aimé Fermín Céspedes, quien obtuvo el más alto índice académico (3.83), entre todos los graduados.