María Jesús Conde, representante de UNICEF, y Oscar Amargós, consideraron violatoria la exclusión de hijos de extranjeros indocumentados del sistema educativo.

El trabajo infantil profundiza las desigualdades sociales y expone a los pequeños a la violencia, al tiempo que disminuye su capacidad de aprendizaje.

Al tema se refirieron ayer el consultor Oscar Amargós y María Jesús Conde, consultores de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Los dos expertos coincidieron en que los niños que trabajan llegan a la adultez con su capacidad física y mental mermadas.

Es propicia esta ocasión para pedir que en el país haya educación de más calidad, dijo la representante de UNICEF, mientras Amargó habló de las cifras nacionales de niños, niñas y adolescentes.

La población absoluta de adolescentes es de 2,516,509. Esa población está entre los 5 y 17 años de edad.

De esos, 380 mil niños  realizan alguna labor productiva, durante  al menos una hora, mientras 304,062 realizan un trabajo infantil, lo que implica que laboran en acciones que les están prohibidas y mil lo hacen en actividades consideradas prohibidas, y 212,754 trabajan en acciones que por sus características, es muy probable que dañen su salud.

Ayer se conmemoró el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, un tema que ocupa el accionar de Naciones Unidas y numerosas instituciones nacionales.

El país está comprometido a través de varios acuerdos internacionales a la eliminación de todas las formas de trabajo infantil, razonaron  autoridades, consultores y representantes del Ministerio de Trabajo.

Del total de niños ocupados en la producción económica, 190,226 están en edades entre 5 a 13 años de edad y 113,836 tienen edad entre 14 a 17 años.

El trabajo infantil  se refiere a la participación de niños y adolescentes en formas laborales prohibidas y en tipos de trabajo que son social y moralmente indeseables para personas menores de 18 años de edad. De  436 mil niños y adolescentes entre 5 y 17 años, 244,160 viven  las zonas urbanas.